Juan Carlos Ramírez Abadía, alias «Chupeta», fue condenado a 20 años de cárcel en Estados Unidos por los delitos de tráfico de drogas, homicidio, crimen organizado y lavado de dinero.
El testimonio del narcotraficante colombiano, fue vital el juicio contra Joaquín «El Chapo» Guzmán y Jesús «El Rey» Zambada, por esta cooperación con el sistema de justicia estadounidense fue reducida su condena.
«Chupeta» fue un importante miembro del Cartel de Cali de los hermanos Orejuela y del Cartel del Norte de alias «Jabón», también sostuvo un vínculo muy estrecho con grandes capos de México como Los Beltrán Leyva, Carrillo Fuentes, pero principalmente con el Cartel de Sinaloa, donde sostuvo una gran alianza con Juan José Esparragoza Moreno alias «El Azul», pero principalmente con Joaquín Guzmán. Una vez capturado «El Chapo», chupeta formó parte de una serie de testigos los cuales fueron claves para la sentencia final del capo mexicano.
Alias «Chupeta» habría entregado información importante de narcos colombianos y mexicanos, y por eso la Corte del Distrito Este de Brooklyn, Nueva York emitió esta condena de solo 20 años de prisión, Juan Carlos Ramírez Abadía se encuentra detenido en los Estados Unidos desde julio de 2008.
Ramírez Abadía fue capturado en São Paulo, Brasil, el 7 de agosto de 2007, las autoridades se sorprendieron al momento de su captura porque su cara y apariencia fue totalmente modificada, esto con el fin de no ser reconocido.
Y es que alias «Chupeta» durante su vida se ha sometido a múltiples cirugías, durante los seguimientos los investigadores recurrieron a pruebas de voz para confirmar si se trataba o no del mítico «Chupeta».
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Así era la lujosa vida de alias Chupeta
Juan Carlos Ramírez Abadía nacido en Palmira Valle, de 60 años, inició en en el narcotráfico en el año 1986 en el Cartel de Cali bajo trabajando con los hermanos Rodríguez Orejuela, luego paso a formar parte del Cartel del Norte del Valle de Wilber Alirio Varela Fajardo, alias «Jabón».
Era un hombre obsesionado con la ropa de marca, las joyas y de los caballos, precisamente su afición a los equinos fue la que le abrió las puertas del narcotráfico, después pasar por la Armada Nacional, ‘Chupeta’ se desempeñaba como montador de caballos de paso del narco Iván Urdinola Grajales.
Alias Chupeta era un apuesto joven con gran acogida entre las mujeres , pero ahora ante el estrado judicial se ve delgado, demacrado, enfermo, con poco pelo y canas.
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El exnarcotraficante colombiano contó durante las audiencias que se había sometido a tres cirugías plásticas para modificar su mandíbula, sus pómulos, ojos, orejas, nariz se hizo partir el mentón. Procedimientos que habían puesto en riesgo su salud ya que le introdujeron biopolímeros en su rostro.
Ramírez Abadía, estudió en Economía en Bogotá. Considerado como un hombre de buenos modales pero extremadamente violento. Exportaba cocaína desde Colombia en aviones, que ingresaban en las redes estadounidenses que controlaban toda la cocaína que se vendía en los Angeles y Nueva York. La DEA lo ubico en la lista de los 11 narcotraficantes colombianos más buscados.
Chupeta’ tenía muchas propiedades en Brasil: mansiones, lujosos carros blindados, una hacienda ganadera, hoteles, empresas y una exclusiva casa en la playa.
La vida de Chupeta y varios narcos ha sido recreada en series de televisión que han obtenido gran audiencia en países de Europa y América.
Las Caletas de Chupeta
En el momento de su detención en el año 2007 en una mansión de Sao Paulo, los agentes solo encontraron 300 000 dólares en efectivo, al momento de su captura, tenía 44 años y su fortuna se calculaba en 2.000 millones de dólares.
Sin embargo durante varios allanamientos a Chupeta le encontraron varias caletas con dinero en efectivo. Las escondía en bolsas de plástico cerradas al vacío para evitar su deterioro por la humedad.
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En el 2007 en Cali se encontraron cuatro caletas de dinero: una con 21 millones de dólares, otra con 68 millones y otras dos con $17 millones de dólares cada una. En el Barrio Prados del Norte de la ciudad de Cali también se encontraron 309 lingotes de oro con un valor de 6.3 millones de dólares, lo que generó una cierta «fiebre del oro» por encontrar más caletas.
Fue capturado por primera vez cuando tenía 33 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Con una fortuna de 20.000 millones de pesos representada en criaderos de caballos, empresa de medicamentos, ganaderías, constructoras, negocios turísticos, empresas de seguros, inmobiliarias, edificios y sitios de veraneo.
En esa ocasión fue condenado a 24 años de cárcel. Pero en prisión, Ramírez Abadía siguió controlando sus negocios y enviando droga al extranjero, luego inexplicablemente después de cuatro años de carcel por temas de rebaja de pena, quedó libre y en el 2004 desapareció por completo del radar de las autoridades hasta el 2007 cuando fue nuevamente capturado en Brasil.
