Con ocasión a los dos años que lleva Gustavo Petro como Presidente de la República en su gobierno del ‘’CAMBIO’’, se han realizado diferentes análisis sobre su gestión; algunos lo han defendido, destacando lo que a su parecer son logros del gobierno; otros, dentro de los cuales me cuento, hemos puesto en evidencia, las inenarrables falencias, junto con los obstáculos que el propio gobierno ha puesto para el desarrollo, y que claramente han afectado al país.
El mismo Presidente desde su cuenta de X mostró las cifras de su gobierno de las que se jacta con orgullo, y a su vez en su alocución presidencial desde Boyacá, expuso lo que estima, son sus más grandes logros.
Algunas cifras e interpretaciones de la gestión gubernamental, no han pasado desapercibidas, pues claramente no resultan pacíficas ni creíbles para diferentes sectores. Por ejemplo, en medio de la aludida alocución del pasado siete (7) de agosto, el Presidente celebró que durante su mandato, 1.6 millones de personas, salieron de la pobreza. Esto, conforme a las cifras del DANE contenidas en el último informe, publicado el 16 de julio de 2024. Si bien es muy positivo para el País, lo que no explicó el Presidente es que estos índices vienen mejorando desde antes de comenzar su mandato. Bien lo explica el ex director del DANE Juan Daniel Oviedo, hoy Concejal de Bogotá, cuando al contestar el trino donde el Presidente asegura que por primera vez en la historia estadística de Colombia se logra bajar la pobreza extrema en las cabeceras urbanas a un dígito, lo invita a revisar las estadísticas, pues la pobreza extrema en las cabeceras urbanas están en un dígito desde antes de la Pandemia, es decir, durante el gobierno del Presidente Duque ya se registraban están cifras, que el ahora Presidente pretende capitalizar cómo logró, cual novedad atribuible a su gobierno.
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Horacio Coral, Magíster en economía y exdirector de metodología en el DANE también señaló lo siguiente: “El Gobierno no está siendo eficiente en el gasto público social. Le está quitando ingresos a los Colombianos de menores ingresos para transferirlos a los que tienen aún menos”. Esto haciendo alusión a las cifras, que enseñan que entre 2022 y 2023 las ayudas institucionales contribuyeron con -2,07% a la variación del 10,01% de los ingresos del quintil de menores ingresos.
Otro factor al que se refirió el economista respecto al último informe del DANE del trimestre abril – junio, sobre los principales resultados del mercado laboral, subraya que los mayores índices de personas que tuvieron que abandonar la fuerza de trabajo fueron mujeres. Entre junio de 2023 y junio de 2024, 130.000 mujeres perdieron sus empleos.
Si bien, la pandemia dejó problemas económicos en el mundo entero, que afectaron por supuesto a Colombia, que tuvo una caída del PIB del 7%, también es cierto que nuestra Nación se recuperó de manera acelerada, a tal punto, que para el 2021, registró un PIB del 10%; esta recuperación se debió a medidas como el ‘’Día sin iva’’ del cual los Colombianos disfrutaron hasta que llegó el Presidente Petro al poder, pues incluso, la jornada programada para el día dos (2) de diciembre de 2022, fue cancelada a menos de 24 horas de que iniciara la medida, afectando al sector empresarial y comercial, que se había preparado efectuando grandes inversiones, para atender la demanda exponencial que en las jornadas previas del 11 de marzo y del 17 de junio del 2022 se habían registrado.
La confianza inversionista dentro del país también permitió a los Colombianos sobrepasar la crisis post pandemia. Se estima que después de la pandemia para 2021, 1.4 millones de personas salieron de la pobreza. Esto gracias a la impactante recuperación económica.
Para 2022, la inflación golpea a Colombia, llegando a una tasa anual de 10,21 %; la razón de esto fue la guerra entre Rusia y Ucrania, que encarece los productos importables y exportables; sobre todo aquellos como la Urea, fertilizante este cuyo 42% se importa de los dos países en conflicto, de Rusia el 29% y de Ucrania el 13%. Dejando sobre todo una inflación alimentaria, la cual se fue solucionando, en la medida en que se pudo importar urea de otros países productores. El precio de la urea ha ido disminuyendo paulatinamente durante los últimos 13 meses, casi al mismo tiempo que viene disminuyendo la inflación. Es por esto que Petro en su alocución dice que recibió un país con inflación del 16% y ahora ha sido reducida a cifras por debajo del 4%.
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Aún así, el mandatario le pide al Banco de la República reducir las tasas de interés, siendo ello una solicitud francamente populachera, pues escapa al control del Banco la posibilidad de reducir el precio de alimentos importados, cuyos precios son afectados por fenómenos internacionales que no controla. En cambio, si tiene la irrenunciable obligación y responsabilidad, el Banco de la República, de controlar la inflación.
En cuanto al costo de la gasolina, que es uno de los temas más polémicos por cuanto conlleva al alza de precio de los productos, el Presidente Petro con su narrativa ha contribuido a que se difundan datos erróneos; ejemplo de ello es que el déficit del fondo que subsidia la gasolina, Duque lo había dejado en $65 billones de pesos; la realidad es que para 2022 el déficit fue de $36 billones de pesos de los cuales el gobierno Duque pago $6 billones que le correspondían. Para cerrar este ‘’Hueco fiscal” Petro decidió subir el precio de la gasolina mes a mes, siendo el precio inicial de $9.180 en agosto de 2022 y hoy esta en un promedio de $15.985. Vale decir, para 2023 el Presidente Petro había logrado alcanzar la meta de recaudo por concepto de gasolina, pero no conforme con ello, decide ahora incrementar a partir del 3 de agosto, el precio del Diésel o ACPM, y nuevamente el de la gasolina, lo que claramente agrava e impacta aún más el precio de los alimentos y afecta el bolsillo de los Colombianos.
De otro lado, El New York Times tituló en un reciente artículo: ‘’Colombia enfrenta un nuevo problema: demasiada coca’’. Dicha investigación demuestra que el País desafortunadamente ha innovado en este criminal emprendimiento, sustituyendo la forma de ofrecer este ilícito producto al mundo; se han renovado los cultivos por un lado, y no ha disminuido la demanda de la sustancia: el problema es que hay tanta pero tanta sobreproducción, que los narcotraficantes han empezado a reorganizarse en la compra, beneficiando a unos agricultores, mientras afectan a otros.
Cómo explica el artículo, los cultivos de coca han aumentado debido a las políticas gubernamentales, siendo la producción de cocaína en nuestro país, la más alta en la historia, junto a la producción de países como Ecuador y Perú, donde también ha venido creciendo. Producción según el artículo, a escalas de Pablo Escobar. Con el desinterés de Petro por la erradicación forzosa, en la práctica no hay barreras para entrar en los campos de coca”, afirma Kevin Whitaker, exembajador de Estados Unidos en Colombia.
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Aún así el Presidente Petro celebra y destaca con bombos y platillos, las crecientes cifras de incautación de droga, absteniéndose de reconocer el mérito, de los verdaderos protagonistas de las mismas, que no son otros que las Fuerzas Armadas, soldados y policías que son quienes realizan la inteligencia y arriesgan sus vidas para lograr estos objetivos, y por ende quienes tienen el mérito, yendo además a la vanguardia para contrarrestar las modernas técnicas de quienes se dedican al narcotráfico para pasar desapercibidos.
A Petro se le escapa mencionar la sobreproducción de coca y su poca eficiencia para contrarrestar. No hay nada que celebrar Señor Presidente. Definitivamente, no hay nada.
Reivindica además el Presidente Petro, que se le regresará la mesada 14 a los veteranos de guerra. Falso de toda falsedad Presidente. Los beneficiarios de la mesada 14, nunca jamás han sido privados de dicha mesada, por ende no se les puede regresar, lo que nunca les ha sido quitado. Lo cierto del caso, es que alrededor de la mesada 14, se cernía una cierta incertidumbre jurídica, que motivó justamente al Congreso de la República del cual hago parte, a pronunciarse, para superar cualquier duda, sin que la aprobación de dicho proyecto, hoy, Ley de la República, le haya generado ninguna erogación adicional al erario público.
Es legítimo que todo Gobierno quiera reivindicar sus propios logros. De hecho, objetivamente creo que todo Gobierno por malo que sea como este, algo tiene por mostrar. Sin embargo, lo que no está bien, es que se opte por la vía rápida de atribuirse logros de otros gobiernos; o justificar y excusar sus falencias apelando al retrovisor, y/o a lo que dejaron de hacer gobiernos anteriores, llegando al colmo de tratar de justificar la corrupción evidente del actual Gobierno, con la corrupción de gobiernos anteriores. Es así como la corrupción de Olmedo y Esneider Pinilla en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres – UNGRD-, no se puede relativizar, argumentando que en el pasado, en dicha misma entidad, en otros gobiernos, también se registraron hechos de corrupción.
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¿Acaso la bandera del cambio que Usted enarboló Señor Presidente, no era para cambiar todas esas malsanas y perversas prácticas que hacen gala de la corrupción?
Presidente Petro, ya con el sol a sus espaldas, en estos menos de dos años que le quedan, deje de culpar a la oposición y a los medios de comunicación de todo lo que le pasa a su nefasto gobierno del ‘’Cambio’’ en el que en efecto se ha registrado un Cambio, pero para retroceder, un cambio en reversa.
Presidente es hora de gobernar, las cifras no mienten. Si tan solo se dedicara a ejecutar los recursos del Presupuesto General de la Nación con pulcritud y honradez, también con eficiencia, e hiciera todos los esfuerzos posibles, para cuidas a los líderes sociales, y que así, aquello de que COLOMBIA ES POTENCIA MUNDIAL DE LA VIDA”, no fuera más que un slogan, créame que el pueblo Colombiano algo le abonará.
