Durante su segundo día de audiencia Única de Verdad ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, reveló que muchas de las víctimas del accionar de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia se encuentran en fosas comunes en áreas de Villa del Rosario (Norte de Santander) y en El Táchira, en el corredor fronterizo entre Colombia y Venezuela.
Otro tema sustancial en su declaración se relaciona con la confesión sobre la «falsa» desmovilización del grupo subversivo Ejército de Liberación Popular (EPL), conformado en ese época por cerca de 250 personas, quienes, según se versión, «entregaron» sus armas y se «reintegraron» a la vida civil, en un acto oficial que conoció el país y que tuvo como escenario una propiedad del exjefe paramilitar Carlos Castaño.
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Sin embargo, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, confirmó que todo había sido «una obra de teatro» porque ese grupo de combatientes, en total reserva, lo que hicieron fue sumarse a las tropas que en ese tiempo tenían las Autodefensas. El exparamilitar dijo que de eso fueron enterados el Presidente Ernesto Samper y su ministro del Interior, Horacio Serpa.
En torno a la desaparición de las víctimas de las Autodefensas aclaró que «la orden de desaparecer las personas venía de la Fuerza Pública». «No podía ponerme a pelear con el Comandante Carlos Castaño y menos con la Policía y el Ejército por este tema», anotó.
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Sobre sus alianzas con los militares y la Fuerza Pública reiteró durante la audiencia con la JEP que «no hay un solo oficial que participó conmigo en 1994 en Cordoba que diga que eso no es cierto», tras mencionar que esas operaciones estuvo el «Capitán Sánchez y el Capitán Camelo». «Con Fratini hubo múltiples operaciones», anotó al mencionar a otro oficial del Ejército.
Mancuso explicó que «las operaciones se planificaban con Altos oficiales, con Coroneles, con Comandantes de Brigada, con Comandantes de Batallón y hubo operaciones grandes con un Mayor López, que se sentó conmigo con cartas y planos para planifcar la operación. La Brigada 17 y la 11 participaron. Salió gente desde Ituango con el Negro Ricardo del EPLy entraron por el Sinú y otros por el San Jorge. Fue una operación grande de 1.000 hombres, por un lado iba el Mayor López, con quien planificamos y con Rodrígo Doble Cero, que se habló de los sitios a golpear».
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«Cuando ingresamos al Catatumbo hablamos con el Coronel Matamoros, el Mayor Mauricio Llorente Cháves, con él se organiza el ingreso y hay hombres guías, con el soldado Madero, va un muchacho Misael Valero, uno de las Farc y otro que le decían Nicaragua (Franciso Javier Rodríguez) que venía del ELN y se pasó a apoyar al Ejército. Se planificó por Carlos Castaño, Vicente Castaño, con el Capitán Armando Pérez. Estabamos con hombres fogueados y entrenados en confrontación con los frentes 35 y 36 de laas Farc», agregó.
