«Es a los más ricos depredadores a quienes hay que cobrar los impuestos para eliminar el carbono de la producción y el consumo. Con los impuestos sobre la mega riqueza depredadora, con el cambio de la deuda por acción climática, pasamos a nuevos modos de producción, a un relacionamiento diferente entre los seres humanos frente a la producción y la riqueza«: Gustavo Petro
El presidente hizo un llamado a los grandes capitales y a los fondos de inversión, argumentando que el criterio de riesgo no puede seguir dictando las tasas de interés y perpetuando el endeudamiento de los países pobres. «Rebajar el riesgo en la deuda del tercer mundo es hoy sustancial. Si los fondos de capital y los fondos de pensiones cimentan su rentabilidad en las economías de los países pobres, dejarán a la humanidad sin los instrumentos para superar la crisis climática«, afirmó Petro
«Las economías riesgosas son las que pueden exterminar la vida hoy, los que más emiten CO2 a la atmósfera, son las economías fósiles petroleras, carboneras y gasíferas, son las economías poderosas de Estados Unidos , China y Europa. ¿Por qué cobran sobretasas a la tasa de interés a los países que aún hoy absorbemos como esponjas el CO2 de la atmósferas a través de nuestra selvas y bosques, a través de nuestra biodiversidad? A través de la historia los países biodiversos hemos también acumulado las culturas de la humanidad. Pero no es la humanidad la culpable, sería una falsedad ideológica, una realidad deformada y fantasmagórica, decir lo que no es cierto. Quienes son los dueños de la inteligencia artificial y quienes desencadenan el colapso climático son los mimos.
Son algunos ricos poderosos que hoy sueñan dueños de redes y de inteligencias sin vida, escaparse a marte en sus naves de ensueño, mientras dejan sus culpas en la tierra destruida«, presidente Gustavo Petro
Y agregó Petro: «Es fundamental hoy cambiar deuda por acción climática. No puede existir el riesgo como criterio de medida de la tasa de interés, ni así tasar los préstamos. Rebajar el riesgo en la deuda del tercer mundo es hoy sustancial. Si los fondos de capital y los fondos de pensiones de los países vivos cimentan su rentabilidad en las economías de los países pobres, dejarán a la humanidad sin los instrumentos para superar la crisis climática«.
La inauguración, cargada de simbolismo, incluyó la participación de pueblos indígenas que llevaron su mensaje a los asistentes de 196 países: «Hermanos de todas las naciones, hagamos el esfuerzo de salvar la tierra». Entre las actuaciones culturales, se destacó la danza Wayúu, que reflejó el profundo vínculo de estas comunidades con la naturaleza.
Petro también puso en el centro de su intervención la extraordinaria biodiversidad de Colombia, destacando al país como «el corazón del mundo«. Hizo hincapié en que Colombia, por su posición geográfica y su riqueza natural, tiene un papel clave en la lucha global contra el cambio climático. «Es la gran batalla de la vida, de la que Colombia quiere hacerse parte, porque este es el país de la belleza«, afirmó, rescatando la necesidad de una nueva forma de relacionarse con la riqueza, basada en energías limpias y no en la destrucción de los recursos naturales.
El evento inaugural culminó con la presentación de un símbolo poderoso: la flor de Inírida, que representó un llamado a mejorar la relación de la humanidad con el medio ambiente. La ceremonia no solo fue una celebración de la biodiversidad, sino también un grito de alerta para los líderes mundiales: la urgencia de actuar frente a la crisis climática no admite más dilaciones.
La cumbre, que se extenderá hasta el 1 de noviembre, representa una oportunidad para que los países no solo hablen, sino que actúen de manera contundente en la defensa de la vida en el planeta.