En un operativo conjunto llevado a cabo en las últimas horas, las Fuerzas Militares de Colombia lograron propinar un golpe contundente al ELN, al neutralizar a uno de sus cabecillas más peligrosos, alias «Modesto», quien llevaba más de 12 años involucrado en actividades criminales. Este sujeto, identificado como Miguel Mulato Collazos, estaba al mando del Frente Luis Carlos Cárdenas de este grupo armado organizado y fue abatido en la zona rural de Buenaventura, Valle del Cauca, mientras intentaba escapar de la ofensiva militar.
Alias «Modesto» era señalado de planear y ejecutar varias acciones violentas en contra de la población civil y las Fuerzas del Estado, especialmente en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca y Chocó. Entre sus actividades delictivas se incluyen extorsiones, homicidios, narcotráfico y el reclutamiento forzado de menores. Además, estaba a cargo de coordinar las estructuras del Frente de Guerra Occidental y el Frente de Guerra Suroccidental del ELN, con la intención de recuperar el control territorial en la región del suroccidente colombiano.
La operación fue realizada por un esfuerzo conjunto entre el Ejército Nacional, la Armada de Colombia, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional, y durante los enfrentamientos, los miembros del grupo armado huyeron, dejando atrás el cadáver de su líder. Las autoridades incautaron un fusil, munición, un artefacto explosivo, material de intendencia y equipos de comunicación que pertenecían al abatido.
La neutralización de alias «Modesto» es un golpe directo a las estructuras del ELN en esta región estratégica, pues afectó sus planes para crear corredores de movilidad para el narcotráfico y consolidar su control sobre las economías ilícitas derivadas del narcotráfico y la minería ilegal. Estos fondos, que alcanzaban los 12 mil millones de pesos mensuales, alimentaban las actividades terroristas del ELN en el Pacífico colombiano.
Asimismo, con la muerte de alias «Modesto», se reducen significativamente las posibilidades de reclutamiento forzado en la zona rural de Buenaventura, y se interrumpe la confrontación armada con las disidencias de las FARC por el control del territorio utilizado para el acopio y movilización de drogas hacia Centro y Norteamérica.
El impacto de esta operación también se refleja en la reducción de los desplazamientos forzados y el confinamiento de la población, ya que los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias habían provocado la salida de más de 1.300 personas de sus hogares y el aislamiento de 1.200 habitantes en las zonas cercanas a los ríos Raposo, Cajambre y Yurumanguí en el Valle del Cauca.
Con este importante resultado, las autoridades colombianas continúan su lucha para erradicar las actividades criminales en el suroccidente del país y garantizar la seguridad y el bienestar de las comunidades afectadas por estos grupos armados ilegales.