Durante el lanzamiento de su libro «El día que me iban a matar» del periodista Rafael Poveda reveló que ser periodista requiere de valentía, máxime cuando se investiga; amenazas, intimidaciones, agresiones, ya que los comunicadores se ponen en peligro cuando están comprometidos con la difusión de verdades.
Por lo tanto, la honestidad periodística conlleva riesgos altísimos como persecuciones, secuestros, muerte en los que resultan siendo los reporteros las víctimas fatales.
Según la Federación Internacional de Periodistas (FIP) cuanto más amplio es el acceso de los periodistas a zonas de conflictos son más los que fallecen, pero mejor son las informaciones que recibe la ciudadanía de quienes reportan noticias, exponiendo sus vidas; siendo Colombia es el segundo país latinoamericano más peligroso para hacer periodismo; afirma Reporteros Sin Fronteras (RSF).
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La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) insiste en que la violencia contra los periodistas y la persistencia de los homicidios de reporteros, es una forma de silenciamiento social cada vez más severa, por lo cual, Rafael Poveda, siendo muy joven, regresó a Colombia con su anhelo de trabajar para su país, ya que nunca ha tenido miedo, y es indetenible cuando va por una noticia.
Diferentes hechos que pudieron ser fatales como el hecho ocurrido en La Parca en Bogotá, en donde estuvo expuesto a bombas que cegaron la vida de miles de personas, el con su pasión periodística cubría uno de los atentados terroristas, además estuvo por varias décadas en la mira de guerrilleros y paramilitares, Rafael Poveda fue uno de los periodistas que fue a la Y en busca de verdades y preguntó tanto que el jefe de los “paras” lo quiso matar.
Además, el joven periodista Kevin Pinzón, con quien hizo dupla al entrevistar a Luis Alfredo Garavito el peor asesino y violador, llevó a estos periodistas a llevar a cabo investigaciones exclusivas y tan exhaustivas, que alimentaron dos importantísimos libros “Tras la sombra de Garavito” y el “Reflejo de la Bestia” que tuvo su lanzamiento este fin de semana durante la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
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Este joven fue el que conoció de la existencia Alexander Gutiérrez, “Picua,” quien respondía al alias de “Giovanny Franco”, cuando hacía parte de las AUC, otro asesino terrible, quien confesó que iba a matar a Rafael; veinte y tres años después, Kevin presentó “Picua” a Rafael y sentados frente a frente, el victimario conversó durante horas con quien iba a ser una de sus víctimas.
Esto causó un torbellino emocional, de estos dos hombres, cruzando nuevamente sus destinos, “Las historias individuales, por más personales que parezcan, están envueltas por una más grande: la historia social y política, que nos atraviesa a todos”; afirma Rafael Poveda en su libro «El día en que me iban a matar», una estremecedora historia que fue presentada durante esta misma feria.
Vea aqui el relato de alias «Picua» y del periodista Rafael Poveda tras el estreno de su libro
