En una jornada sin precedentes en la historia política y judicial de Estados Unidos, el expresidente y presidente electo Donald Trump fue sentenciado este viernes sin pena en el caso del pago de dinero por silencio a una actriz. La decisión fue tomada por el juez de origen colombiano, Juan Merchan, quien se dirigió al acusado durante varios minutos, destacando que las protecciones legales extraordinarias no recaen en el individuo, sino en la oficina de la Presidencia.
La audiencia, simbólica y cargada de significado, marcó la primera condena por delito grave contra un expresidente que, en apenas diez días, volverá a ocupar el Despacho Oval. Trump, condenado en mayo por 34 cargos de falsificación de registros empresariales, se presentó de manera virtual desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida. Aunque la sentencia no incluyó sanciones ni prisión, el evento marca un hito judicial.
Un proceso extraordinario
El juez Merchan, conocido por su rigor legal, inició la sesión recordando que la sala no debía dejarse influenciar por la magnitud política del caso. Sin embargo, reconoció la naturaleza extraordinaria de las circunstancias. “Las protecciones legales otorgadas al cargo de presidente son extraordinarias, no el ocupante del cargo”, subrayó Merchan, enfatizando que el Estado de Derecho debía prevalecer.
El juicio, que se extendió por siete semanas en el 2024, se llevó a cabo sin grabaciones audiovisuales, pero la audiencia de lectura de sentencia de este viernes fue transmitida a través de una grabación de audio, permitiendo al público escuchar el tono firme pero mesurado del juez al dictar sentencia.
Según la Fiscalía, el pago de 130,000 dólares a la actriz de cine fue para evitar que Daniels revelara detalles sobre su relación.
El empresario calificó el proceso judicial como una “caza de brujas” dirigida por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, un demócrata.
Donald Trump habló antes de la sentencia
Trump, como era de esperarse, optó por hablar antes de que se anunciara su sentencia. Durante su intervención, argumentó que se ha utilizado este caso como persecución en su contra desde que se presentaron los cargos hace más de 20 meses.
“Esta ha sido una experiencia muy terrible”, declaró Trump, antes de arremeter contra los fiscales, el juez, su exabogado Michael Cohen y el sistema judicial en general. Trump celebró que los votantes lo habían respaldado nuevamente, señalando que su juicio “fue entendido” por los ciudadanos, lo que contribuyó a su reciente victoria electoral.
Una sentencia sin sanción
La decisión de Merchan de no imponer sanciones a Trump no fue una sorpresa, dado que la Corte Suprema de Estados Unidos había permitido que la audiencia se realizara bajo el entendimiento de que no habría consecuencias punitivas. Aun así, la sentencia dejó claro que el expresidente fue hallado culpable de alterar registros empresariales para ocultar pagos destinados a silenciar acusaciones que podían haber afectado su campaña presidencial de 2016.
Merchan destacó que su fallo no eximía a Trump de responsabilidad moral, pero que las consideraciones legales sobre la oficina de la Presidencia limitaban su capacidad de imponer castigos. “Es un mandato legal que, de conformidad con el Estado de Derecho, este tribunal debe respetar”, afirmó.
La estrategia de apelaciones
Tras la audiencia, Trump reiteró su intención de apelar la condena, calificándola como “una vergüenza” y criticando al juez Merchan. El presidente electo y su equipo legal han dejado claro que agotarán todas las vías legales disponibles para anular el veredicto, un proceso que podría extenderse por años.
La sentencia del viernes habilita a los abogados de Trump a presentar una apelación formal ante el tribunal estatal. Si esta no prospera, el caso podría llegar al Tribunal de Apelaciones de Nueva York y, eventualmente, a la Corte Suprema de Estados Unidos.
El impacto político
El impacto político de la sentencia parece ser diametralmente opuesto. A pesar de los 34 cargos y la sentencia, su base de apoyo se ha mantenido fiel, impulsándolo de nuevo a la Presidencia. Para muchos analistas, la narrativa de persecución política ha fortalecido su posición entre sus seguidores, quienes ven en estos procesos un intento de sabotaje contra su reconocido liderazgo.
El juez Merchan, con raíces colombianas destacó durante la audiencia el peso simbólico y práctico de la decisión, limitado por las protecciones legales al cargo de Presidente.
En sus palabras finales, Merchan manifestó a Trump “Señor, le deseo buena suerte en su segundo mandato”.
Un precedente para la historia
La sentencia contra Donald Trump no solo marca un precedente judicial, sino también político. Nunca antes un presidente electo había sido condenado por un delito antes de asumir el cargo.
A pesar de la controversia que rodea este caso, la sentencia no impediría que Trump asuma su puesto como el 47º presidente de los Estados Unidos el 20 de enero.
Mientras Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca, en 10 días.