En un movimiento que desafía al régimen de Nicolás Maduro, el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha emprendido una gira internacional destinada a consolidar apoyos estratégicos en América Latina y Estados Unidos antes del 10 de enero, día en el que planea asumir la presidencia de Venezuela. Este recorrido, lleno de simbolismo político y riesgos personales, busca legitimar su posición como mandatario electo tras los comicios del 28 de julio de 2024.
**Argentina: El respaldo de Javier Milei**
El 4 de enero, González Urrutia inició su gira en Buenos Aires, donde fue recibido por el presidente argentino Javier Milei. En un gesto contundente, Milei reconoció públicamente a González como el presidente legítimo de Venezuela y expresó su compromiso de respaldar una transición democrática en el país caribeño. “La lucha de Venezuela es también la lucha de toda América Latina por la libertad y la justicia”, afirmó Milei durante el encuentro.
**Uruguay: Fortaleciendo alianzas democráticas**
Desde Argentina, González se trasladó a Montevideo para reunirse con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou, quien reiteró su reconocimiento como presidente electo. En la reunión, ambos líderes discutieron estrategias conjuntas para fortalecer la democracia en la región. Ese mismo día, González sostuvo una videoconferencia con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien destacó el papel de la oposición venezolana, encabezada por González y María Corina Machado, en la lucha contra el régimen de Maduro.
**Estados Unidos: Un diálogo clave con Joe Biden**
El punto trascendental de la gira ocurrió el 6 de enero en Washington, donde González se reunió en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Durante el encuentro, que se extendió varias horas, abordaron la situación política en Venezuela, las sanciones internacionales contra el régimen de Maduro y las medidas necesarias para garantizar una transición pacífica del poder. “Agradecemos profundamente el respaldo de Estados Unidos a nuestra causa, que no es solo la de Venezuela, sino la de todos los pueblos que anhelan libertad”, declaró González tras la reunión.
Tras el encuentro, la Casa Blanca publicó un comunicado en el que informó de los asuntos que Biden trató con «el presidente electo de Venezuela».
En un comunicado la Casa Blanca informó: «El presidente Biden enfatizó que el mundo se inspiró en los millones de venezolanos que votaron valientemente por el cambio democrático en las profundamente defectuosas elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, como demostró la recopilación de actas de recuento de votos que indicaban que González Urrutia recibió la mayor cantidad de votos por un margen insuperable».
Y agregó, «Biden señaló que seguiría de cerca las protestas previstas para el 9 de enero en Venezuela y enfatizó que a los venezolanos se les debe permitir expresar sus opiniones políticas pacíficamente sin temor a represalias por parte del ejército y la policía».
González también indicó que está en contacto con el del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien relevará a Biden en la Casa Blanca el próximo 20 de enero y del cual se espera defina cual será su política hacia Venezuela.
**El regreso a Venezuela: un desafío lleno de tensiones**
La gira también incluyó visitas a Panamá y República Dominicana, y se espera que González Urrutia regrese a Caracas antes del 10 de enero. Sin embargo, el camino hacia su asunción presidencial no está exento de riesgos. La Fiscalía venezolana mantiene activa una orden de captura en su contra, mientras el gobierno de Maduro ha desplegado 1.200 efectivos en todo el país bajo el pretexto de “garantizar la paz” durante el evento.
Además, el régimen ha ofrecido una recompensa de 100.000 dólares por información que facilite la captura de González, en un intento por amedrentar al líder opositor y desarticular los esfuerzos de la oposición.
El respaldo de líderes como Javier Milei, Luis Lacalle Pou, Santiago Peña y Joe Biden envía un mensaje contundente sobre la importancia de la cooperación regional y global para restaurar la democracia en Venezuela.
El próximo 10 de enero podría marcar un punto de inflexión en la historia política venezolana. Mientras González desafía las amenazas del régimen para regresar a su país, la comunidad internacional observa de cerca, consciente de que las decisiones tomadas en estos días cruciales podrían redefinir el futuro de una nación golpeada por la crisis.