La elección presidencial en Estados Unidos, que se celebrará el próximo 5 de noviembre de 2024, muestra una de las contiendas más reñidas en la historia reciente del país. Con Donald Trump como candidato del Partido Republicano y la actual vicepresidenta, Kamala Harris, representando al Partido Demócrata, ambos aspirantes están técnicamente empatados en las encuestas nacionales.
La última encuesta de CNN, realizada entre el 20 y el 23 de octubre, revela que tanto Trump como Harris cuentan con un 47% de apoyo entre los votantes probables, un resultado que no ofrece un claro favorito debido al margen de error de +/- 3,1%. La encuesta, desarrollada por la firma SSRS, pone de relieve una carrera donde cada porcentaje cuenta, con resultados similares reflejados en sondeos de The New York Times y Siena College, que otorgan a Harris el 48% y a Trump el 47%, en lo que también se considera un empate técnico.
El expresidente Donald Trump candidato del Partido Republicano, busca regresar a la Casa Blanca tras su primer mandato de 2017 a 2021.
Los temas clave que han polarizado a los votantes incluyen el derecho al aborto, la inmigración y la economía, temas donde ambos candidatos han enfocado sus mensajes de cierre. Harris, quien podría hacer historia como la primera mujer en alcanzar la presidencia de EE.UU., ha intensificado su discurso en defensa de los derechos reproductivos y un enfoque social más inclusivo. Por su parte, Trump ha centrado su campaña en promesas de fortalecer las fronteras y recuperar el liderazgo económico, temas que lo han consolidado como el favorito en algunos estados clave del sur.
El escenario se complica aún más con los candidatos de terceros partidos y los independientes, quienes, aunque cuentan con un bajo porcentaje de respaldo, podrían inclinar la balanza en estados clave. El independiente Robert F. Kennedy Jr., un antiguo demócrata, se perfila como un factor potencialmente disruptivo, atrayendo votantes descontentos de ambos partidos y generando inquietud sobre su posible impacto en los resultados finales.
La tensión crece también con la votación anticipada, la cual muestra cifras menores para los demócratas en comparación con 2020, un dato que genera preocupación en la campaña de Harris. Sin embargo, a pocos días de las elecciones, aún queda mucho en juego, especialmente en estados oscilantes como Pensilvania, donde una reciente controversia en un mitin de Trump podría influir en las votaciones locales.