La COP16, que se lleva a cabo en Cali, marca un hito crucial en la agenda global de biodiversidad y cambio climático, destacándose por la presentación de la Coalición Mundial de Paz con la Naturaleza, una iniciativa liderada por Colombia que busca movilizar esfuerzos internacionales en la protección ambiental. En un evento que reunió a mandatarios y altos representantes de diversos países, el presidente Gustavo Petro y el Secretario General de la ONU, António Guterres, lanzaron un llamado urgente a actuar con determinación frente a la crisis climática, en lo que Petro definió como “un punto de inflexión” para la humanidad.
En la plenaria, Petro enfatizó la gravedad del momento actual, comparando la crisis ambiental con una especie de apocalipsis. «Estamos tratando de la vida misma de la humanidad en medio de los tiempos de extinción», señaló, llamando a democratizar las decisiones ambientales y a reemplazar las prácticas tradicionales que han contribuido al deterioro planetario. Por su parte, Guterres advirtió sobre la «guerra contra la naturaleza», recordando que cada segundo perdido agrava la destrucción de especies y ecosistemas esenciales para la vida en la Tierra.
El secretario general de la ONU resaltó que “Hacer la paz con la naturaleza es la tarea definidora del Siglo XXI”.
“Nuestra misión en Cali es clara, acelerar el proceso para proteger la biodiversidad, determinar la financiación y proteger la sabiduría de los pueblos ancestrales… de ello depende el fturo del planeta”, dijo Guterres.
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la presentación de la Coalición Mundial de Paz con la Naturaleza por parte del canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo. Esta coalición, respaldada por países como Noruega, Finlandia, y México, promueve un modelo de desarrollo que equilibra la conservación ambiental con la justicia social, instando a naciones a tomar decisiones que prioricen la sostenibilidad en lugar de la explotación de recursos. La iniciativa también fomenta la restauración de ecosistemas y busca empoderar a las comunidades locales, subrayando que la paz entre los seres humanos y el medio ambiente es indispensable para la supervivencia.
Los líderes presentes coincidieron en la necesidad de un compromiso robusto que impulse una economía verde y descarbonizada, reconociendo a Colombia como “la capital mundial de la biodiversidad”, en palabras de Petro, quien destacó la selección de Cali como sede de la COP16 por su representación de la riqueza natural de la región. Desde el inicio de la conferencia, el simbolismo de la capital del Valle del Cauca refuerza el mensaje de que los debates sobre el clima y la biodiversidad deben estar cerca de las comunidades que enfrentan las mayores consecuencias del cambio climático.
En su intervención el Presidente Petro se refierió a la extracción del petróleo : «¿Qué se ha hecho con los dineros del petróleo? (…) ¿A dónde fue cuando es consumido por las grandes fábricas de la codicia? Si el petróleo y el carbón van a la atmosfera, morimos. En la fábrica de la codicia se está construyendo, no la riqueza del mundo, no la estabilidad, sino la muerte de nosotros mismos. Y la otra parte del petróleo se vuelve dólares y euros», expresó.
El primer mandatario agregó: “No salimos de la crisis climática con los mismos métodos. Este es el comienzo de la extinción, por lo tanto, se necesitan métodos y políticas de urgencias inmediatas. Hay que hablar de poder público y no de mercado. No digo que se quite, sino que el poder público debe existir y regular. Es un poder público global y democrático. Por encima de los intereses y la codicia particular”.
También se refirió al uso del petróleo y el carbón: “Nos ordeñan literalmente y nos explotan en una economía que está estancada y en crisis desde el 2008, pero que consume cada vez más petróleo y carbón. La riqueza en dólares del petróleo se vuelve deuda en nuestros países y nos la cobran a tasas de interés”, dijo el jefe de Estado.
Además de los discursos, la plenaria incluyó el compromiso de varios países de aportar fondos destinados a la conservación en Colombia, alcanzando un total de 75 millones de dólares, una señal de que la COP16 no solo plantea propuestas, sino que busca viabilizar las acciones mediante financiación concreta. Los países que apoyan la Coalición son: Andorra, Antigua y Barbuda, Austria, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, España, Estonia, Finlandia, Honduras, Madagascar, México, Moldavia, Noruega, Suecia, Polonia, Uruguay. Mientras la cumbre continúa, el mundo observa si estas palabras y compromisos se traducirán en cambios tangibles en la lucha contra la crisis climática.
Otro de los presidentes que asistió al evento fue Daniel Noboa, presidente de Ecuador quien solicitó “luchar contra las fuerzas endemoniadas” y pensar en la conservación ambiental: “Tenemos muchos recursos naturales, pero se nos ha olvidado la gente, nos hemos olvidado de los seres humanos. (…) Quiero creer que el cambio es posible y que el mundo no se acabará. Todo depende de si valoramos la vida humana, si le damos valor a la humanidad, tomares las decisiones correctas para cambiar y para darle a nuestros hijos y nietos un mejor futuro” y agregó que « Si mejoramos la vida de los jóvenes, ellos podrán preservar el medio ambiente y si les ayudamos a que tengan un empleo seguro, entonces sus necesidades básicas estarán cubiertas y podrán preocuparse más, tendrán más tiempo y más ganas. Hoy en el Ecuador no podemos decir que vivimos en paz, vivimos en un conflicto armado”.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, en calidad de presidenta de la COP16 realizó el lanzamiento oficial de la Coalición Mundial de Paz con la Naturaleza”.
La Coalición Mundial de Paz con la Naturaleza promueve accionespara la conservación de la biodiversidad, la restauración de ecosistemas, la justicia social y ambiental, así como el fortalecimiento de la cooperación internacional.
Una de las intervenciones más fuertes fue la del Presidente de la Comisión Presidencial de Haití, Leslie Voltair
“La codicia de los ricos está matando la vida sobre la tierra”, resaltó Voltair. “La biodiversidad de Haití no está perdida. La población accede a muchas especies de plantas y animales para sus principales necesidades de salud y palear las deficiencias de cuidado de salud tradicionales”.
