El caso del asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector general de la Policía Nacional, tiene un nuevo capítulo tras conocerse un informe del CTI de la Fiscalía. Este documento descarta que Andrés Camilo Sotelo, uno de los señalados inicialmente por el homicidio, haya disparado un arma de fuego.
El informe técnico de la prueba microscopia electrónica de barrido, realizada por el CTI concluyó que Andrés Camilo Sotelo no tenía residuos de pólvora en sus manos (la prueba pretende identificar residuos de disparo (pólvora y otras partículas que escapan por la parte posterior de un arma de fuego) un hallazgo que respalda su defensa y refuerza la solicitud de preclusión del proceso en su contra. Además, el juez 76 de control de garantías ya había ordenado su libertad el pasado 2 de diciembre, argumentando que el arma que portaba Sotelo no era apta para disparar.
El principal interrogante en torno al asesinato del joven Juan Felipe Rincón es la identidad de la persona que accionó el arma mortal. Este aspecto se ha convertido en el eje central de las investigaciones de la Fiscalía, que lleva ya dos semanas examinando minuciosamente videos, declaraciones de testigos y análisis de laboratorio.
La nueva línea de investigación
Sotelo familiar de la joven de 15 años fue dejado en libertad por orden del juez de garantías, el caso apunta ahora hacia el patrullero Sergio Felipe Rico, escolta asignado de Juan Felipe Rincón. Las pruebas realizadas indican que Rico sí tenía residuos de pólvora en sus manos, además de haber admitido que realizó varios disparos en el lugar de los hechos.
Sin embargo, la situación sigue siendo compleja. Aunque los resultados del barrido comprueban que Sergio Rico disparó como quedó evidenciado en los videos de las cámaras de seguridad, aún no se ha establecido de manera concluyente que uno de sus disparos haya causado la muerte de Rincón. La Fiscalía deberá analizar videos de seguridad y testimonios que podrían revelar la presencia de otras personas armadas en el lugar del crimen, ocurrido el pasado 24 de noviembre en el barrio Quiroga, al sur de Bogotá.
La defensa de Sotelo y los próximos pasos
Saul Leon, defensor de Andrés Camilo Sotelo anunció que solicitará la preclusión del caso. Según el abogado, las pruebas recopiladas hasta ahora, incluidas las periciales y el informe de balística que declaraba no apta su arma, confirmaría que Sotelo no realizó el disparo que acabo con la vida de Juan Felipe Rincón, hijo del General William Rincón.
El rol del patrullero Rico y la jurisdicción militar
El patrullero Rico, quien relató a las autoridad haber disparado, para proteger la integridad de su protegido, enfrenta ahora una investigación por parte de la Justicia Penal Militar. Este organismo evaluará si los disparos realizados por Sergio Felipe Rico, fueron actos «propios del servicio» y estuvieron ajustados a la ley o si existe responsabilidad penal en la muerte de Juan Felipe Rincón de 21 años.
Abogado del General William Rincón
En la pasada audiencia fueron reconocidos como víctimas los padres de Juan Felipe Rincón, el abogado Juan Felipe Criollo quien representa al General Rincón, afirmó que el objetivo principal es esclarecer los hechos y espera que la Fiscalía continúe con la investigación.
La defensa también se refirió a nuevos elementos que podrían ser clave en el caso, como la presencia de una tercera persona armada, identificada en videos vistiendo una sudadera negra.
Igualmente, se presenta una segunda hipótesis, sobre las circunstancias que llevaron a Juan Felipe al lugar, lo que podría sugerir un posible entrampamiento por una extorsión, donde una estrategia podría haber sido dañar su reputación y exigir una compensación económica al joven.
La pregunta sin respuesta: ¿Quién mató a Juan Felipe Rincón?
A pesar de los avances en la investigación, aún no se ha determinado quién fue el autor material del homicidio. Los indicios apuntan hacia el patrullero Rico, pero el caso está lejos de resolverse completamente.
El asesinato de Juan Felipe Rincón sigue siendo un rompecabezas que requiere la reconstrucción meticulosa de los hechos y la revisión exhaustiva de las pruebas.