El caso de la exsenadora Aida Merlano y su audaz fuga continúa avanzando. Dos hermanos, Juhass Pineda Matallana y Jelissa Kerly Pineda Matallana, han aceptado los cargos de ser cómplices en el espectacular escape desde un consultorio odontológico en el tercer piso.
La Fiscalía imputadó a los hermanos Pineda Matallana el delito de favorecimiento de fuga agravado. Juhass Pineda Matallana era el conductor de la motocicleta que transportó a la excongresista en su fuga del pasado 1 de octubre de 2019, mientras Jelissa Kerly Pineda Matallana era la mujer que esperaba a la salida del parqueadero y ayudó a Merlano a levantarse tras descender por una soga desde la ventana del consultorio.
Las imágenes de las cámaras de seguridad captaron el momento en que Jelissa ayudó a levantar a Aida Merlano después de su aparatoso descenso, antes de subir rápidamente a la motocicleta conducida por su hermano Juhas, quien la esperaba en una esquina para iniciar la huida.
Aida Merlano estaba cumpliendo una condena en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá por cargos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante, relacionados con las elecciones de 2018. Desde Venezuela, la exsenadora hizo revelaciones explosivas que involucraban a reconocidos políticos y empresarios de la costa Atlántica, incluyendo una relación amorosa con Alejandro Char y Julio Gerlein, así como acusaciones de compra de votos contra el expresidente del Senado Arturo Char.
Según las investigaciones, los hermanos Pineda Matallana fueron contratados por poderosos empresarios para ayudar en la fuga.
La Fiscalía imputó a los procesados como presuntos responsables del delito de favorecimiento de la fuga; cargo que fue aceptado por los hermanos.
Los hermanos Pineda Matallana deberán permanecer privados de la libertad en su lugar de residencia, mientras son acusados y llamados a juicio.
También se encuentra bajo investigación la hija de Aida Merlano, la influencer Aida Victoria Merlano. Actualmente, Aida Merlano se encuentra recluida en el Batallón de Ingenieros Vergara, en el municipio de Malambo, cerca de Barranquilla, después de que su abogado defensor Miguel Ángel del Rio denunciara amenazas contra su vida en la cárcel El Buen Pastor.