Un año de Javier Milei como presidente de Argentina: entre recortes históricos y una sociedad dividida

Buenos Aires, 10 de diciembre de 2024.

Hace  un año, Javier Milei asumió como presidente de Argentina con la promesa de transformar radicalmente el país bajo los principios del libre mercado y la eliminación del “gasto público innecesario”. A los 365 días de su mandato, las cifras y decisiones de su gestión reflejan un período de profundos ajustes económicos, intensas controversias políticas y un renovado debate cultural que ha polarizado a la sociedad argentina.

La economía: ajustes y desaceleración de la inflación

El primer año de Milei estuvo marcado por un recorte drástico del gasto público. Su decisión de reducir los ministerios a la mitad y despedir a más de 35,000 empleados públicos fue solo el comienzo de un ajuste que él mismo calificó como “el más grande y abrupto de la historia humana”. Aunque la inflación mensual cayó de un alarmante 25.5% en diciembre de 2023 al 2.7% en octubre de 2024, el costo social ha sido alto.

La pobreza alcanzó un pico del 52.9% en el primer semestre del año, y la recomposición salarial sigue siendo insuficiente. Los jubilados han sido particularmente golpeados: sus ingresos aumentaron solo un 105% frente a una inflación interanual del 193%, lo que los ha obligado a reajustar sus condiciones de vida.

Por otro lado, la prometida dolarización de la economía sigue siendo una meta lejana, aunque la convergencia entre el dólar oficial y el dólar paralelo ha dado señales de posible eliminación del cepo cambiario.

Tensiones sociales y descontento

La agenda de recortes también impactó sectores clave como la educación, la salud y la asistencia alimentaria. Las universidades públicas enfrentaron emergencias financieras, mientras que hospitales como el Garrahan denunciaron una pérdida salarial del 104%. Además, el desfinanciamiento del programa de medicamentos gratuitos y el manejo de alimentos en galpones generaron protestas y acciones legales.

Política internacional: alianzas y polémicas

Milei buscó consolidar su posición en el ámbito internacional con un enfoque en alianzas estratégicas. Su respaldo público a Donald Trump, quien ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos, marcó un hito en su política exterior. Sin embargo, decisiones controvertidas, como votar en contra de resoluciones de la ONU sobre violencia de género y derechos palestinos, han generado críticas tanto internas como externas.

La batalla cultural: libertad o polarización

La “batalla cultural” promovida por Milei ha sido otro pilar de su gobierno. Enfrentamientos con periodistas, intelectuales y críticos se han vuelto comunes, junto con recortes en áreas culturales y científicas. La desaparición de la agencia estatal Télam y la drástica reducción de los presupuestos para ciencia y tecnología han generado preocupación en círculos académicos y culturales.

Por su parte, la reciente creación de la Fundación Faro, liderada por Agustín Laje, refuerza el discurso de Milei en temas de ultraderecha, aunque sus mensajes han sido ampliamente cuestionados por organizaciones de derechos humanos.

Perspectivas políticas: entre alianzas y conflictos

Con solo 39 bancas propias en el Congreso, Milei ha tenido que negociar para avanzar en su agenda, mientras enfrenta crecientes tensiones con su vicepresidenta Victoria Villarruel. Además, el éxodo de funcionarios refleja las dificultades internas de un gobierno que sigue en busca de consolidar su base política.

A pesar de todo, Milei mantiene una alta confianza ciudadana. En el próximo año, buscará fortalecer su posición en el Congreso, con el objetivo de llevar adelante más reformas estructurales.

Un balance de contrastes

El primer año de Javier Milei en la presidencia deja un balance mixto: mientras algunos celebran su capacidad para reducir la inflación y fortalecer alianzas internacionales, otros critican el impacto social de sus medidas y su estilo polarizador. Argentina se encuentra en un punto de inflexión, con desafíos económicos y sociales que definirán no solo los próximos años de su gobierno, sino también el rumbo del país.