Por estos días se cumplen diez años del caso Odebrecht, la mayor trama de corrupción de tiempos recientes en América Latina.
Por: Jorge González, Columnista
La opinión pública impartió pronto su veredicto, ¿pero se podría pregonar lo mismo de la Administración de Justicia en el concierto de la región andina, por ejemplo?
De las páginas del libro Odebrecht: la historia completa, que hace una auténtica antología de episodios que rodearon el mayor caso de corrupción conocido hasta hoy en América Latina, recuperamos estos datos para hacer una relación de las diez más drásticos castigos y penas impuestos hasta hoy por la Justicia en la región:
- Pedro Pablo Kucsinki: El presidente peruano renunció a su cargo, pocas horas antes de ser notificado de su destitución por parte del Congreso de su país. Hasta hoy es el funcionario de más alto rango expuesto a la máxima sanción en el campo del control político.
- Alejandro Toledo: El exmandatario peruano, residente hoy en Estados Unidos, está pedido en extradición por la Corte Suprema de Justicia de su país. Si bien no hay condenado formal en su contra, el requerimiento constituye hasta ahora la máxima sanción social impuesta a un Jefe de Estado en Suramérica.
- Jorge David Glas Espinel: Vicepresidente de la República de Ecuador, condenado a 6 años de prisión por el delito de asociación ilícita.
- Jorge Rivera Arauz: Empresario ecuatoriano tío del vicepresidente de la República, hallado culpable de asociación para delinquir y multado con US$7.5 millones.
- Carlos Pólit Faggioni: Contralor General del Estado de Ecuador, condenado, junto con su hijo Jorge Pólit Estévez, a 6 años y tres meses de cárcel por el delito de concusión.
- Alecksey Mosquera: Ministro de Electricidad del Ecuador, condenado inicialmente a 6 años y nueve meses de prisión por el delito de lavado de activos. Su pena fue rebajada a cinco años por haber enseñado a leer a presos de compartían con él reclusión preventiva.
- Bernardo Elías Vidal: El senador colombiano recibió una condena a seis años y ocho meses de prisión por tráfico de influencia y cohecho.
- Enrique Ghisays Mazur: El empresario cartagenero purga diez años y nueve años de prisión por enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
- Gabriel García Morales: El exviceministro de Transporte fue condenado a cinco años por haber confesado que recibió un soborno por US$6.5 millones. La aceptación de cargos le significó un beneficio de rebajada en la mitad de la pena.
- Eduardo Ghisays Mazur: Empresario colombiano, confeso testaferro del exviceministro Gabriel García Morales, purga en su domicilio una pena de tres años y cuatro meses de prisión.
Como colofón es posible advertir que, aunque ya se pasea el espectro amenazante de la prescripción en varios casos, aún es posible consolidar la acción de fiscales y jueces.