En un nuevo capítulo del escándalo que envuelve la compra del software de espionaje Pegasus, el presidente Gustavo Petro ofreció detalles sobre la supuesta transacción que habría comprometido al Estado colombiano.
Durante una rueda de prensa, Petro reafirmó su tesis de que dos vuelos provenientes de Israel fueron utilizados para trasladar los fondos necesarios para adquirir el controvertido software de NSO Group, sugiriendo que la operación se realizó en medio del paro nacional de 2021.
El mandatario destacó que el primer vuelo, registrado el 25 de junio de 2021, aterrizó en el hangar de la Policía Antinarcóticos en Bogotá. Según Petro, el avión, con matrícula M-ABGG, habría transportado la primera parte del pago: 5,5 millones de dólares. En septiembre de ese mismo año, un segundo vuelo habría seguido el mismo patrón, transportando la otra mitad del pago hacia Israel. Lo que hace esta declaración aún más impactante son los nombres de los supuestos ocupantes de esos vuelos, todos ellos ciudadanos israelíes vinculados a NSO Group.
“Los tripulantes de esos vuelos, que llegan y se van. Algunos de ellos nos llama la atención. No llega ni se va ni un colombiano», Gustavo Petro
«Los tripulantes de esos vuelos no son colombianos», enfatizó Petro, antes de enumerar a quienes, según él, estuvieron a bordo. Entre ellos, destacó a Ran Gonen, el entonces director ejecutivo de NSO Group, a quien acusó de ser responsable de un posible delito de lavado de activos. «No es legal manejar sumas tan altas en efectivo sin reportarlas», subrayó, sugiriendo que el involucramiento de Gonen en el segundo vuelo, que se realizó con el fin de completar la transacción, es motivo suficiente para abrir una investigación.
“Al aeropuerto El Dorado llegó el director de NSO para llevarse el dinero que el gobierno del presidente Duque insiste en negar», Presidente Petro
Además de Gonen, Petro mencionó a Yehuda Lahav, director de negocios de NSO Group, y otros nombres cuyas grafías no fueron completamente claras. Sin embargo, la respuesta de la Fuerza Pública ha sido cautelosa: hasta la fecha, no se han encontrado rastros de la supuesta compra de Pegasus.
Petro insistió en que entregará la información a la Procuraduría y la Fiscalía para que se investiguen las posibles irregularidades y conductas delictivas en esta transacción. Las implicaciones de sus declaraciones son profundas, no solo por el uso potencialmente indebido de recursos estatales, sino también por las implicaciones sobre la vigilancia y el respeto a los derechos humanos en el contexto colombiano.