Los fuertes vientos y oleadas formadas por el paso del huracán «Julia» obligaron a suspender la navegación de embarcaciones desde el fin de semana, hecho que aumento la crisis migratoria en Necoclí, un pequeño pueblo del Golfo de Urabá que se ha convertido en el principal puerto de salida de migrantes hacia la selva del Darién que comunica a Colombia con Panamá.
En este momento si se compra un tiquete hoy, el viaje para Capurgana se realizaría solo hasta el día sábado. Hay familias que llevan más de una semana esperando un cupo.
La travesía por la inhóspita selva la hacen familias enteras, miles de hombres, mujeres y niños se aventuran en este recorrido que puede durar dos semanas para lograr el «sueño americano«.
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Debido a la escasa infraestructura hotelera y la falta de recursos de los migrantes en su mayoría provenientes de Venezuela pero también de Colombia, Ecuador, Cuba y África deben dormir a la intemperie o en carpas improvisadas en los andenes y en la playa de Necoclí.