
El gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, salió al paso de los señalamientos el presidente Gustavo Petro, quien había señalado a la junta directiva de la entidad de actuar por motivos políticos tras su decisión de mantener las tasas de interés en 9.5%. En su discurso de instalación en el Congreso de Asofondos en Cartagena, Villar negó que las decisiones de la junta estén influenciadas por intereses partidistas.
El conflicto surgió después de que la junta del Banco de la República decidiera, no recortar las tasas de interés, como lo había solicitado Petro, quien había argumentado que un recorte era necesario para estimular el crecimiento económico y aliviar la carga de las familias colombianas ante la inflación. En respuesta, el presidente acusó a la junta de estar compuesta por una mayoría vinculada al expresidente Álvaro Uribe, sugiriendo que su postura era una forma de sabotear su gobierno.
Sin embargo, Leonardo Villar rechazó rotundamente esas acusaciones. «Puedo decir con toda claridad y contundencia que en todo ese período de más de 16 años nunca he visto que algún codirector, o la junta como institución, actúe con interés diferente al de lograr lo mejor para la Nación y para el conjunto de sus habitantes», afirmó el gerente, subrayando que las decisiones de la junta siempre se han tomado con el propósito de cumplir con el mandato constitucional de velar por el poder adquisitivo de la moneda y promover el crecimiento económico sostenible.
Villar también aclaró que el único miembro con una representación política dentro de la junta es el ministro de Hacienda, quien preside la entidad, lo que refuerza su argumento de que las decisiones no están influenciadas por intereses partidarios. «El propósito de todos y cada uno ha sido siempre cumplir con el mandato constitucional y buscar que ello sea compatible con el mayor crecimiento sostenible de la producción y del empleo», agregó Villar.
La ecisiones económicas se tomen con base en criterios técnicos y no sean influenciadas por presiones políticas. Sin embargo, las críticas del presidente a la junta directiva reflejan un contexto más amplio de desconfianza en las instituciones y la forma en que se gestionan los asuntos económicos en el país.
El presidente Petro y el gerente Villar no son los únicos actores en este conflicto. A medida que avanza el debate, los expertos económicos y políticos estarán observando cómo se desarrolla esta disputa y qué impacto tendrá en las políticas económicas del gobierno. Por ahora, la junta del Banco de la República se mantiene firme en su independencia.