La cumbre del G20 en Río de Janeiro, que reúne a las principales economías del mundo para abordar temas de cooperación internacional, tuvo un momento inesperado este fin de semana cuando Janja Lula da Silva, primera dama de Brasil, lanzó un insulto directo al multimillonario Elon Musk, propietario de la red social X.
Durante un acto previo a la cumbre, Janja hablaba sobre la urgente necesidad de regular las redes sociales para frenar la desinformación, un tema sensible en Brasil tras los enfrentamientos legales entre Musk y el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. En medio de su discurso, el sonido de una bocina de barco interrumpió sus palabras, y la primera dama bromeó:
«Creo que es Elon Musk», antes de rematar con un contundente: «No te tengo miedo, vete a la mida, Elon Musk.»**
La respuesta de Musk
La reacción del magnate no se hizo esperar. A través de X, publicó un gráfico de emojis riendo a carcajadas acompañado del mensaje: «Van a perder las próximas elecciones,» en una referencia directa al gobierno de Lula. Estas declaraciones avivan las tensiones entre el empresario y la administración brasileña, que ya han tenido choques previos sobre el manejo de las redes sociales en el país.
El trasfondo del conflicto
El enfrentamiento entre Musk y el gobierno de Brasil se remonta a principios de este año, cuando el Tribunal Supremo del país suspendió temporalmente las operaciones de X por incumplir órdenes judiciales relacionadas con la desinformación y los mensajes de odio. Musk, quien se presenta como un defensor de la libertad de expresión, criticó duramente estas medidas, calificándolas como un atentado contra los principios democráticos.
Sin embargo, X reanudó sus operaciones en Brasil el mes pasado después de cumplir con las exigencias legales, lo que incluyó nombrar un representante en el país y bloquear cuentas señaladas por el tribunal.
El presidente Lula también se ha pronunciado sobre el tema, afirmando que los empresarios que operan en Brasil deben respetar sus leyes y acusando a Musk de imponer una «ideología de extrema derecha» bajo el pretexto de la libertad de expresión.
Países como Australia y el Reino Unido han promovido iniciativas para regular plataformas digitales y prevenir la propagación de contenidos dañinos.
El incidente ha polarizado a la opinión pública en Brasil por las declaraciones de la primera dama contra Musk. Por su parte, el magnate parece utilizar el altercado para reforzar su narrativa de enfrentamiento contra los gobiernos que intentan regular las redes sociales.