Atención. Quedará en libertad en Portugal Diego Marín, alias ‘Papá Pitufo’, señalado zar del contrabando en Colombia

Diego Marín Buitrago, conocido con los alias de ‘Papá Pitufo’ o ‘Hugo’, quedaría  en libertad  en Portugal tras la decisión de un tribunal de ese país que falló a favor  un habeas corpus presentado por su defensa. Marín es señalado por la justicia colombiana como presunto líder de una red criminal dedicada al contrabando de mercancías y sobornos a funcionarios públicos.

Según las primeras informaciones, el recurso fue interpuesto hace varios días por su equipo de abogados en Europa, argumentando supuestas irregularidades en su detención y falta de garantías procesales. Las autoridades portuguesas aún no se han pronunciado oficialmente sobre su eventual extradición a Colombia.

Marin tiene nacionalidad española.


Portugal ordena libertad de alias “Papa Pitufo” tras vencimiento del plazo para definir extradición

Según la decisión de un habeas corpus el Tribunal Supremo de Justicia de Portugal estableció que, tras más de 180 días sin una resolución sobre su extradición, el mantenimiento de su detención “carece de fundamento legal”.

El juez Jorge Gonçalves, ponente del caso, señala en la resolución:

“El mantenimiento de la detención del peticionario carece de fundamento legal, por lo que procede estimar la solicitud de habeas corpus. El cese de la detención del peticionario no tiene nada que ver con la continuación del procedimiento, por lo que deben adoptarse las medidas necesarias una vez resuelto el asunto de la solicitud de protección internacional”.

Alias “Papa Pitufo” se encuentra actualmente en un centro de detención en Porto, donde llegó procedente de España. La justicia portuguesa ya está tramitando los procesos para su liberación.


Estado del proceso de asilo y extradición

Hasta el momento, no se ha conocido una decisión oficial sobre la solicitud de protección internacional que alias “Papa Pitufo” habría presentado en Portugal.

El caso sigue en desarrollo y se espera que las autoridades portuguesas establezcan los próximos pasos para la salida de “Papa Pitufo” del centro de detención en las próximas horas.


El caso en Colombia

El pasado 6 de junio, la Fiscalía General de la Nación radicó un escrito de acusación contra Marín Buitrago, a quien señala como principal articulador de una estructura ilícita que habría facilitado el ingreso ilegal al país de productos como cigarrillos, licores, textiles, calzado y cacharrería a través de los puertos de Buenaventura y Cartagena.

Deberá responder ante la justicia colombiana por los delitos de concierto para delinquir agravado y cohecho por dar u ofrecer.

De acuerdo con la investigación de la Dirección Especializada contra la Corrupción, Marín Buitrago habría sobornado a varios funcionarios públicos para garantizar el paso sin controles de las mercancías. Entre las dádivas documentadas figuran pagos en efectivo por 13 millones de pesos, celulares de alta gama, una camioneta y hasta el pago del arriendo de un apartamento en Cartagena. Se calcula que en total se destinaron al menos $902 millones en sobornos.

Declarado en contumacia

El 24 de enero de este año, una juez de control de garantías de Bogotá declaró a Marín en contumacia, tras su reiterada negativa a comparecer ante los llamados de la justicia colombiana. Desde entonces, su paradero se mantenía fuera del radar hasta que fue ubicado y detenido en Portugal, país donde ahora ha sido puesto en libertad de manera provisional.

Por el momento, las autoridades colombianas evalúan los pasos a seguir frente a una posible solicitud de extradición, en caso de que esta sea viable según los tratados bilaterales vigentes.


El Zar del Contrabando: Un Imperio Criminal

Diego Marín Buitrago, el líder de una red de contrabandistas que operaba en las principales ciudades del país, desde Bogotá hasta Buenaventura, logró crear un imperio que operaba de manera casi impune gracias a los sobornos a funcionarios públicos, sobre todo de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) quienes recibían pagos por su ayuda. Su organización traficaba con productos como cigarrillos, licores, textiles, cerámicas y calzado. Un negocio millonario que estuvo blindado por la corrupción a todos los niveles.

Lo que parecía un simple caso de contrabando comenzó a desvelarse como un entramado mucho más complejo. En 2023, las investigaciones revelaron que dentro de la estructura de la organización de Marín Buitrago se encontraba infiltrada la misma Policía Nacional, con miembros de la fuerza pública recibiendo sobornos millonarios para permitir la circulación de estos productos ilegales.

La Revelación de la Maleta 

Durante un allanamiento en su lujosa mansión en Guaymaral, se encontró una maleta negra oculta detrás de un espejo. Según la investigación del periodico El Tiempo, dentro de esta maleta, los oficiales encontraron no solo discos duros con grabaciones de las cámaras de seguridad de la mansión, sino también documentos. Entre estos, destacaban hojas de vida de varios funcionarios actuales de la DIAN, algunos de los cuales se relacionarían con la trama de sobornos y corrupción denunciada por el exdirector de la DIAN, Luis Carlos Reyes.

La existencia de estos documentos coincide con una denuncia realizada por Reyes, quien mencionó a varios de los funcionarios presuntamente involucrados en el entramado de corrupción que operaba dentro de la entidad aduanera. El contenido de la maleta, ahora parte clave de la investigación judicial, está siendo cuidadosamente analizado para establecer el alcance de la red de sobornos, y determinar qué funcionarios públicos, policías y empresarios estuvieron implicados en el flujo ilegal de mercancías.

Sobornos y Amenazas

A través de estas pruebas, los investigadores han podido identificar a figuras clave dentro de la Policía Fiscal y Aduanera que no solo aceptaban sobornos, sino que incluso tenían poder para proteger la organización de Marín Buitrago. Entre los nombres mencionados se encuentran oficiales de alto rango, como el mayor Mario Andrés Sarmiento Rojas, quien en 2023 era secretario privado del director de la Polfa, y el coronel retirado Alexander Galeano Ardila.

Los sobornos no se limitaban a pagos en efectivo. En algunos casos, los policías recibían viajes de lujo, vehículos y otros favores que consolidaban su lealtad al «zar del contrabando».