En la noche del 31 de diciembre, a tan solo unas horas de despedir el año, la ciudad de Aguachica falleció Santiago Lora Rincón, el único sobreviviente de la brutal masacre que acabó con la vida de su familia, el joven estaba en la Clínica Alta Complejidad a causa de las graves heridas sufridas en el atentado del pasado 29 de diciembre.
El hospital, en un comunicado oficial, confirmó el deceso a las 21:00 horas. «Lamentamos comunicar que el paciente Santiago Lora Rincón falleció debido a complicaciones derivadas de los impactos de bala sufridos durante el atentado», indicaron las autoridades médicas, quienes a lo largo de los días intentaron salvar su vida, sin éxito. La noticia conmocionó aún más a la comunidad, que había estado pendiente de la evolución de este joven de 19 años, quien quedó gravemente herido junto a sus padres y su hermana.
El atentado ocurrió en un restaurante ubicado en el centro de la ciudad donde la familia Lora, evangélica, se encontraba compartiendo en una tarde aparentemente tranquila. De manera repentina, sicarios en motocicleta llegaron al lugar y abrieron fuego contra los miembros de la familia. El pastor Marlon Yamith Lora, su esposa Yurlay Rincón y su hermana Ángela Natalia Lora perdieron la vida en el lugar, mientras que Santiago, tras recibir múltiples impactos, quedó gravemente herido.
La Policía Nacional, que está trabajando en la investigación del caso, ha divulgado imágenes de los presuntos responsables del asesinato. En los carteles de búsqueda publicados, se observa a los sicarios en el momento en que se movilizaban en una motocicleta de referencia AX4 Suzuki, lo que podría ser clave para dar con su paradero. A medida que avanzan las indagaciones, la recompensa por información que conduzca a la captura de los responsables es de 50 millones de pesos.
El joven Santiago Lora, quien había trabajado como camarógrafo en la campaña electoral de la actual alcaldesa de Aguachica. Sin embargo, su vida terminó de manera trágica en una masacre que sigue sin explicación clara.
Los motivos detrás del ataque aún son inciertos, y las autoridades no han determinado si se trata de un crimen relacionado con la actividad religiosa del pastor o si fue un hecho de violencia asociada a otros factores como la extorsión. Las preguntas siguen sin respuestas.