Así fue asesinado “Pablito” El Rey del Tusi uno de los más temidos distribuidores de la droga sintética

Los lujos y las millonarias fiestas del "Rey de Tusi"

El 17 de febrero, una balacera alteró el ambiente de lujo y ostentación que rodeaba la vida de Juan Pablo Leal Vásquez, conocido en Medellín como Pablito Tusi, uno de los más temidos distribuidores de la droga sintética conocida como «tusi».

Lo que parecía ser una fiesta privada en una mansión de $4.000 millones en un barrio popular de Medellín barrio Santa Cruz, se convirtió en una escena de caos, dejando un muerto, varios heridos y a *Pablito* huyó de su mansión hacia Calima El Darién, un tranquilo municipio del Valle del Cauca, donde encontró su final.

La vida de Pablito Tusi había sido marcada por el lujo, el desenfreno y el crimen. Propietario de una mansión que parecía salida de una película de acción, Leal Vásquez utilizaba su residencia no solo para esconderse, sino para llevar a cabo fiestas exclusivas donde la «Bailarina Negra» (el tusi) era el centro de atención. Una sustancia que él mismo popularizó y cuya comercialización le dejó jugosas ganancias, con exportaciones a varios países, incluidos Venezuela, Ecuador, Chile y algunas ciudades de Europa.

Tras la balacera en su casa el 17 de febrero, donde perdió la vida Cristian Camilo Tobón y el cantante vallenato Yair Ortiz resultó herido, «Pablito» emprendió la huida hacia el exclusivo sector de Calima.

 

Alias Pablito Tusi, el autodenominado “rey del tusi” de Medellín, huyó para escapar de sus enemigos. Se refugió en un condominio en Calima El Darién, Valle del Cauca, donde organizó sus últimas fiesta. Allí, realizó  millonarias compras de licores  millones de pesos, en la exclusiva zona turística del Valle. transacciones de tal magnitud.

Durante su estancia, Pablito organizó celebraciones durante varios días. Se desplazaba en una moto, y fue en este vehículo en el que llegó al restaurante donde fue asesinado de 15 disparos, en un hecho que dejó marcado el final del “rey del tusi” en Medellín.

Durante semanas, se mantuvo fuera del radar, hasta que los homicidas llegaron hasta él en una zona comercial cerca del estadio y el colegio en Calima El Darién. A las 11 de la mañana de un martes, los atacantes, en motocicletas y vehículos, le dispararon 15 veces mientras él disfrutaba de un almuerzo en un restaurante del sector.

El tiroteo, que dejó una víctima colateral, una mesera herida, generó pánico en la comunidad, especialmente entre los estudiantes cercanos, quienes vivieron momentos de terror. Afortunadamente, la mujer afectada solo sufrió heridas leves en un pie y fue dada de alta horas después.

Las autoridades, en una rápida operación, lograron capturar a cinco personas, quienes, tras el crimen, intentaron escapar en vehículos, pero fueron localizados en una finca cercana, donde se encontraba otro grupo en medio de una fiesta. La Policía del Valle informó que a los capturados se les incautaron armas y el vehículo utilizado para la huida. Esta captura, no obstante, no consiguió evitar la muerte de *Pablito Tusi*, quien llegó sin vida al Hospital San Jorge de Calima El Darién.

En Medellín, *Pablito* era un personaje conocido no solo por su implicación en el narcotráfico, sino también por su vida ostentosa. Su mansión era solo una muestra del dinero generado a través de la venta de tusi, que en su auge generaba hasta $5.000 millones en ganancias. Además, su incursión en el negocio de la moda, con una marca de ropa que vendía en redes sociales, le dio un perfil aún más público. Sin embargo, detrás de todo ese lujo, se escondía un hombre que había sido objeto de investigaciones desde 2020 por su vínculo con varios homicidios y su relación con la expansión de la droga sintética en varias regiones.

Su muerte, a manos de hombres armados que no dudaron en perseguirlo hasta su último refugio, pone fin a una vida marcada por el crimen.