En un escenario que podría provenir de una novela de crimen y pasión, el cementerio Calancala de Barranquilla se convirtió en el epicentro de una trágica historia que involucra drogas, celos y una sicaria en moto. La escena dantesca se desencadenó durante las honras fúnebres de Jhoimer Villalba el pasado 16 de agosto.
Lo que originalmente debería haber sido un adiós apacible al fallecido se transformó en un macabro drama, cuando Ángela Corro Correa, amante del difunto, fue asesinada de un tiro en la cara por Delia Rosa Chamorro, también amante de Villalba y protagonista de este oscuro triángulo amoroso.
El contexto de este crimen se remonta al asesinato previo de Jhoimer Villalba, conocido como «El Flaco», quien cayó víctima de un ataque perpetrado por sicarios motorizados en el barrio Las Malvinas. La muerte de Villalba puso al descubierto una compleja red de relaciones y actividades ilícitas. Según versiones, Villalba mantenía relaciones sentimentales con dos mujeres: su pareja, Delia Rosa Chamorro, y Ángela Corro Correa, conocida como «Cochi». Esta situación habría generado tensiones y celos, y las emociones estallaron en el entierro de Villalba.
La trágica escena se desencadenó cuando Chamorro, presa de celos y furia, decidió cumplir una promesa macabra. En un acto violento, disparó a Ángela Corro en el rostro, causándole heridas mortales. Sin embargo, su intento de escape fue frustrado por los asistentes al funeral, quienes la atacaron con piedras y objetos contundentes. La situación llevó a la intervención de la policía para evitar un linchamiento.
La vida de Ángela Corro se desvaneció en un centro asistencial, mientras que Delia Rosa Chamorro lucha por su vida en una clínica de Barranquilla debido a las heridas que sufrió durante la confusa confrontación.
Este violento episodio también ha sacado a la luz detalles sombríos de los involucrados. Chamorro, la autora del homicidio, tiene antecedentes por tráfico y venta de drogas, lo que agrega un elemento más a esta trama. Se ha revelado que Ángela Corro aparentemente sostenía una relación sentimental con Villalba, lo que habría avivado los celos de su esposa y desencadenado la tragedia.
La madre de Angela Corro afirma que alias «la Flaca» de nacionalidad venezolana expareja de Jhomer Villalba fue quien la mando a asesinar, pero precisamente la sicaria también tenia una relación con el hombre que estaban enterrando.
La comunidad y la Policía Metropolitana de Barranquilla han estado tratando de entender y contener esta serie de eventos impactantes. El caso ha sacado a la luz una red de relaciones complejas, motivaciones oscuras y un desenlace que nadie podría haber previsto en medio de un entierro.
Este sombrío episodio de celos, traición y violencia ha conmocionado a Barranquilla, sirviendo como un triste recordatorio de cómo los sentimientos extremos pueden llevar a consecuencias devastadoras. La investigación en curso intentará arrojar luz sobre los detalles de esta trágica historia que involucra a varios muertos, pasiones prohibidas y un inesperado desenlace en el lugar menos imaginado: un funeral.