
El Gobierno del presidente Gustavo Petro sufrió este martes un nuevo revés legislativo. La plenaria del Senado hundió por segunda vez la propuesta de consulta popular, conocida como la “consulta 2.0”, diseñada como una estrategia para presionar la aprobación de sus reformas estructurales, especialmente la laboral y la de salud.
Con una votación aplastante de 52 votos en contra y apenas 2 a favor, el Congreso dejó claro que no había ambiente político para este mecanismo, que el Ejecutivo había revivido tras el hundimiento de su primer intento de consulta en abril. La decisión se tomó en medio de un tenso ambiente, justo después de la aprobación definitiva de la reforma laboral.
¿Qué buscaba la “consulta 2.0”?
Este nuevo intento del Gobierno ampliaba el número de preguntas de la consulta inicial. Pasó de 12 temas centrados en lo laboral a 16 preguntas, incluyendo cuatro adicionales relacionadas con el sistema de salud, especialmente sobre regulación de medicamentos y mecanismos de control de precios. Las propuestas habían generado controversia desde su radicación por su ambigüedad y dudosa viabilidad legal.
El documento fue inicialmente firmado por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, cuando ejercía funciones presidenciales ante los viajes de Petro a China y el Vaticano. Este detalle técnico generó dudas jurídicas que el Gobierno intentó corregir luego, con la firma del presidente.
El hundimiento y su trasfondo político
La consulta fue negada oficialmente en el último día del plazo legal para su discusión, lo que evitó que el Gobierno la mantuviera «viva».
La senadora Paloma Valencia (Centro Democrático) lideró la proposición para someterla de inmediato a votación. “No nos podemos hacer los bobos frente a lo que está pasando. El Gobierno está dilatando esto para mantener viva una consulta que ya no tiene sustento”, afirmó con firmeza desde el atril.
De forma sorpresiva, la bancada del Pacto Histórico abandonó el recinto antes de la votación, en un intento por disolver el quórum y evitar que se hundiera formalmente. No lo lograron. La oposición e independientes celebraron la decisión al grito de “¡Fuerza Miguel!”, en honor al senador Miguel Uribe Turbay, quien permanece en cuidados intensivos tras un atentado ocurrido días atrás.
¿Qué viene ahora?
Con esta segunda derrota, el Gobierno se queda sin carta de presión directa para influir en el Congreso mediante una consulta popular. La expectativa ahora se concentra en la conciliación de la reforma laboral, recién aprobada en el Senado y pendiente de empalmarse con el texto de la Cámara.
Desde la Casa de Nariño no ha habido pronunciamiento oficial inmediato. Sin embargo, fuentes cercanas al ministro del Interior, Armando Benedetti, aseguraron que aún consideraban que el plazo legal vencía el 19 de junio, no el 17.
🔍 Claves del hundimiento de la consulta 2.0:
- Votación final: 52 en contra, 2 a favor.
- Bancadas de Gobierno abandonaron el recinto antes de la votación.
- Incluía 16 preguntas (12 laborales y 4 de salud).
- Se intentó presentar como mecanismo de presión legislativa.
- El Senado votó el mismo día en que aprobó la reforma laboral.
¿Habrá “consulta 3.0”?
En el actual panorama político, el margen para una tercera consulta parece cada vez más estrecho. La presión del tiempo, la resistencia del Congreso y los escándalos recientes han debilitado las posibilidades del Gobierno de apelar a nuevos atajos institucionales.