El ataque ocurrió cerca de las 10:45 de la mañana, cuando dos sicarios en motocicleta dispararon en varias ocasiones contra el vehículo en el que se encontraba Hernández. Los proyectiles rompieron la ventana derecha del copiloto, donde la víctima, que llevaba una gorra, recibió dos disparos en la cabeza, causándole la muerte instantánea.
Según versiones preliminares, Camilo Hernández era socio de una famosa gallera y su esposa trabaja como funcionaria de la Alcaldía de Cabrera, en el departamento de Cundinamarca. Las autoridades confirmaron que la víctima había solicitado el servicio de transporte desde un reconocido hotel en el centro de Bogotá y que fue asesinado mientras el vehículo intentaba avanzar por la glorieta de la carrera 50 con calle 63, lugar que presentaba congestión vehícular.
El conductor del automóvil, un vehículo negro con placas HAY 305, logró salir ileso del ataque. Inmediatamente después del crimen, las autoridades acordonaron la zona y el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía se encargó de la inspección del vehículo y la recolección de pruebas en el lugar.
A pesar de que el ataque ocurrió a pocos metros de un CAI de la Policía, los sicarios lograron escapar sin dejar rastro.
Las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer los móviles del asesinato. Aunque no se descartan hipótesis, se cree que el homicidio podría estar relacionado con actividades personales o profesionales de la víctima.
