Autoridades investigan la misteriosa muerte de Carlos Mario Molina, procurador judicial, cuyo cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición en su apartamento ubicado en el barrio San Martín de la localidad de Santa Fe. El macabro descubrimiento se produjo el lunes 22 de enero, después de que los fuertes olores emanando del domicilio alertaran al administrador del edificio.
Aunque las autoridades mantienen un hermetismo en torno al caso, se ha confirmado que Molina, de 59 años y con una destacada trayectoria de siete años en la Procuraduría General de la Nación, fue encontrado con una bolsa sobre su cabeza y signos de violencia. Las primeras hiótesis son homicidio, la Sijín de la Policía lleva a cabo una minuciosa inspección técnica del cadáver para esclarecer las circunstancias de su muerte.
Carlos Mario Molina, procurador judicial grado 2 para la conciliación administrativa, estaba asignado a procesos en Florencia (Caquetá). Las primeras informaciones indican que Molina no se había comunicado con sus familiares desde el pasado sábado, y los vecinos no reportaban movimiento en su residencia desde hace varios días.
El abogado, con un posdoctorado en Sociología Jurídica de la Escuela Práctica de Altos Estudios de París, Francia, y un doctorado en Derecho Público Interno de la Universidad de París II Panthéon-Assas, había desempeñado diversos roles, incluyendo el de director del Instituto de Estudios del Ministerio Público.
Los investigadores buscan establecer si hay relación de su muerte con su labor judicial o si existen factores externos. Se está haciendo la revisión de las cámaras de seguridad del edificio y los alrededores del centro de Bogotá.
