La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó la ponencia positiva del Gobierno nacional para la tan esperada reforma a la educación. Este proyecto, que constituye una de las principales banderas de la administración del presidente Gustavo Petro, ahora avanza hacia la votación del articulado.
La aprobación de esta ponencia representa un momento clave para la reforma a la educación, ya que el Gobierno nacional busca consagrarla como un derecho fundamental para todos los ciudadanos. De todas las reformas actualmente en trámite en el Congreso de la República, es la reforma educativa la que cuenta con mayores consensos y perspectivas de ser aprobada antes del 20 de julio.
Esta reforma cuenta con el respaldo no solo de la bancada de gobierno, sino también de diversos sectores independientes, lo que refleja el amplio apoyo que ha logrado generar. Se ha informado que la oposición ha optado por no presentar una ponencia de archivo, sino más bien proponer modificaciones al texto a través de proposiciones, mostrando así un compromiso con el proceso de mejora continua en el ámbito educativo.
En el corazón de esta reforma se encuentra el objetivo de garantizar el derecho a la educación como un derecho fundamental, así como la ampliación del ciclo preescolar, la obligatoriedad de la educación media y el acceso a la educación para adultos mayores, campesinos y víctimas del conflicto. Además, se plantea un capítulo dedicado a que las comunidades étnicas y palenqueras puedan crear su propio sistema de educación, reconociendo y fortaleciendo la diversidad cultural del país.
A pesar de estos avances, existen dos puntos que han generado debate y diferencias entre los distintos sectores: la inclusión de una cátedra de paz y la obligatoriedad del grado 12. Actualmente en Colombia son once grados de escolaridad. Estos temas seguirán siendo objeto de discusión a medida que avance el proceso legislativo.
