El ente investigador pretende demostrar que el imputado habría suministrado alguna sustancia a la menor de edad para accederla carnalmente. Las agresiones sexuales, se habrían repetido.
El victimario, quien es el papá biológico de la menor de 12 años de edad, habría recogido a su hija, en marzo de este año, en casa de su abuela materna con la excusa de comprar un libro escolar.
Sin embargo, el imputado habría llevado a la menor de edad a un hotel en la vía Montería–Planeta Rica para presuntamente suministrarle una bebida con algún tipo de sedante y luego accederla carnalmente.
Al interior del proceso se estableció que tras la agresión sexual, y con la intención de que no lo denunciara, el imputado le habría comprado un teléfono celular a la víctima.
A su vez, el 16 de abril del año en curso, el hoy indiciado sacó a su hija de la casa con la excusa de cobrar un dinero y luego, al parecer, la llevó a una residencia donde luego de realizarle tocamientos libidinosos la habría accedido por segunda ocasión.
Tal situación fue puesta al descubierto cuando la menor víctima decidió contarle lo sucedido a su abuela materna, agobiada por los reiterados abusos y manifestándole que no había decidido relatar nada ante la presión psicológica que ejercía su padre cuando la amenazaba con hacerle daño a su familia.
Funcionarios de la Policía Nacional capturaron al indiciado en Medellín (Antioquia).
Aunque no aceptó cargos ante un juez promiscuo municipal de Canalete, fue enviado a prisión.
