A Cristian Petro Almanza y Juan Fernando Soto Garcés, un fiscal de la Brigada de Homicidios de la Fiscalía General les imputó los delitos de secuestro, homicidio agravado, porte ilegal de armas y concierto para delinquir, en la audiencia que se adelanta ante el juzgado primero promiscuo municipal de Montería. El fiscal del caso solicita que los procesados sean enviados a la cárcel por la calidad de los delitos cuyas penas sobrepasan los 18 años, además no sería factible la detención domiciliaria ya que trataron de huir de la justicia.
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Los detalles de este caso han sacudido a la comunidad de Córdoba. El ganadero Esteban Urueta y sus trabajadores desaparecieron el 12 de septiembre tras haber salido a investigar la pérdida de 700 cabezas de ganado en la zona rural de Ciénaga de Oro. Tres días después, sus cuerpos fueron encontrados incinerados en una fosa común en el municipio de Chimá, Córdoba, lo que desencadenó la investigación que llevó a la captura de Petro y Soto en el barrio Nuevo Bosque de Cartagena.
Aunque los presuntos responsables inicialmente se entregaron voluntariamente a las autoridades, fueron dejados en libertad debido a la falta de órdenes de captura en su contra. Sin embargo, tras hallarse los cadáveres y avanzar la investigación, se emitieron las órdenes de captura, que finalmente fueron ejecutadas por agentes del Gaula Policía y la Fiscalía, en una casa en Cartagena donde se ocultaban.
El móvil del crimen parece estar relacionado con una discusión entre Cristian Petro y Urueta por la pérdida del ganado que ambos mantenían en sociedad. Durante la audiencia, se reveló que Fredys Beleño Acosta, uno de los mayordomos, fue ejecutado con dos disparos, mientras que Gerardo Marzola Coronado y Esteban Urueta fueron brutalmente golpeados y luego incinerados.
El juez de control de garantías le impartió legalidad a la captura de los señores Cristian Petro Almanza y Juan Fernando Soto, ninguna de las partes presentó recurso.
Un elemento clave para la captura de los sospechosos fue el rastreo de un taxi que habrían tomado desde Montería hasta Cartagena, donde se ocultaron hasta que las autoridades lograron ubicarlos.
