La tarde del miércoles 6 de noviembre dejó a Bogotá sumida en un escenario de caos y emergencia vial. Las lluvias intensas provocaron graves inundaciones en sectores clave de la ciudad, especialmente en la Autopista Norte, una de las principales arterias de comunicación hacia los municipios cercanos como Chía, Cajicá y Zipaquirá.
La acumulación de agua alcanzó niveles de hasta 70 centímetros, dejando miles de vehículos atrapados en medio del tráfico y obligando a varios conductores a refugiarse en los techos de sus autos.
Unos de los más afectados fueron los estudiantes que quedaron atrapados en los buses de las rutas escolares, algunos menores estuvieron hasta la medianoche en la autopista, otros decidieron devolverse y dormir en las instituciones.
La situación empeoró a medida que el agua bloqueaba los carriles de circulación, lo que provocó grandes congestiones vehiculares. A la altura de la calle 170, el tráfico se detuvo por completo, mientras que un tramo de la vía desde la calle 235 hasta el centro comercial Santafé fue cerrado al paso de vehículos.
Según el último balance de las autoridades, hasta el momento se han evacuado 2.350 personas, mientras que 350 más continúan esperando ser rescatadas por buses del SITP o mediante otros medios.
En respuesta a esta emergencia, la Alcaldía de Bogotá implementó varias medidas para mejorar la movilidad. Se mantendrá el reversible para facilitar la entrada a la ciudad por la Autopista Norte, permitiendo que los vehículos se desplacen en sentido contrario para evitar la congestión en los puntos más críticos. Además, se habilitó el flujo vehicular hacia el centro de la ciudad por la carrera séptima, mientras que las ciclorrutas en el sector siguen afectadas, por lo que se recomienda evitar transitar en bicicleta.
A nivel educativo, la mayoría de colegios del norte de Bogotá y Chía suspendieron actividades hoy, dada la situación de emergencia y los altos niveles de tráfico.
La recomendación principal para los habitantes de la ciudad es evitar movilizarse hacia el norte, ya que el tráfico en la zona sigue siendo elevado y se espera que la situación continúe siendo compleja durante las próximas horas.
Para complicar aún más el panorama, se registraron manifestaciones que contribuyeron al colapso del sistema de transporte. En la carrera 16 y en la Avenida Jiménez, con Avenida Caracas, se presentaron bloqueos que afectaron el paso de buses de TransMilenio, sumando nuevos inconvenientes a un día ya de por sí difícil para los bogotanos.
El esfuerzo de las autoridades para recuperar la normalidad en las principales vías de la ciudad está siendo apoyado por diversas instituciones que, con el uso de grúas y buses de evacuación, trabajan para garantizar la seguridad de los ciudadanos atrapados por las lluvias y las movilizaciones sociales. Sin embargo, se prevé que el restablecimiento completo de la movilidad llevará varias horas, o incluso días, dependiendo de la evolución del clima y la respuesta de las autoridades.
Mientras tanto, en redes sociales, los residentes de Bogotá comparten sus testimonios y preocupaciones, denunciando la falta de información oportuna y la ineficiencia en algunos casos de rescate.