Gobernación de Cundinamarca reporta que siete máquinas trabajan de manera continua para despejar cerca de 250 m³ de material desprendido en el sector El Copial.
La movilidad en el suroccidente de Cundinamarca enfrenta serias afectaciones desde la tarde del domingo 16 de noviembre, cuando un derrumbe bloqueó el kilómetro 48 de la vía Girardot–Mosquera, a la altura del sector Alto de Copial, entre los municipios de Anapoima y Apulo. La emergencia coincide con el plan retorno del puente festivo, una de las jornadas de mayor flujo vehicular en el ingreso a la capital.
Según los primeros reportes, una gran cantidad de material se desprendió de la ladera y cayó sobre la calzada, obligando a las autoridades a desplegar maquinaria y equipos técnicos para habilitar nuevamente el corredor. Más de 24 horas después del colapso, los trabajos continúan sin pausa para garantizar la seguridad de los viajeros y restablecer la movilidad.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, confirmó que el desprendimiento dejó alrededor de 250 metros cúbicos de tierra y rocas sobre la vía. Siete máquinas permanecen en operación para retirar el material y realizar descargas controladas de los bloques inestables que aún representan riesgo.
En su actualización más reciente, el concesionario Devisab informó que sobre las 11:26 de la mañana se mantenía el tránsito en un solo sentido y bajo manejo de “pare y siga”, una medida obligatoria para evitar congestiones y mitigar riesgos mientras avanzan los trabajos.
Gobernación de Cundinamarca apoya en la remoción de tierra
Las labores continúan con siete máquinas trabajando en la remoción y descargue controlado del material inestable. El tránsito opera a un carril mientras se normaliza la movilidad.
(Cundinamarca, noviembre 17 de 2025). El gobernador Jorge Emilio Rey Ángel reporta que avanzan las labores de atención del derrumbe registrado en el sector El Copial, kilómetro 48 de la vía que comunica a Anapoima con Apulo, donde se desprendieron aproximadamente 250 metros cúbicos de material.
Desde la mañana del domingo 16 de noviembre, equipos del Instituto de Infraestructura de Cundinamarca (ICCU) y de la concesión Devisab trabajan de manera continua para habilitar plenamente el corredor.
El gobernador informó que siete máquinas permanecen en operación, realizando remoción de material y descargue controlado de la ladera, una tarea que requiere especial cuidado debido a los bloques inestables que podrían generar nuevos deslizamientos en caso de lluvias.
Actualmente, el paso funciona a un carril con manejo de pare y siga, mientras continúan las maniobras de estabilización.
Rey Ángel señaló que las condiciones de seguridad y avance de las obras permitirán normalizar el tránsito durante la tarde, siempre que el comportamiento climático lo permita.
Entre tanto, se mantiene activo el reversible continuo entre Apulo (K32+000) y Mosquera (K113+000), pero operando únicamente desde el kilómetro 49 por la situación del derrumbe.
Las autoridades recomiendan a los usuarios atender las indicaciones del personal en la vía, transitar con precaución y mantenerse informados a través de los canales oficiales mientras se culminan los trabajos de restablecimiento pleno del corredor.”
Reversible operativo durante el plan retorno
El corredor vial Apulo–Mosquera, uno de los principales accesos hacia Bogotá desde el suroccidente del país, opera con un reversible continuo debido al alto tráfico de regreso hacia la capital. Sin embargo, por la situación del derrumbe, este sistema funciona únicamente desde el kilómetro 49, lo que ha generado tiempos de espera prolongados para miles de viajeros.
Las autoridades han hecho un llamado a la ciudadanía para que mantenga la calma, siga las instrucciones del personal en terreno y consulte fuentes oficiales para planificar su desplazamiento. El Instituto de Infraestructura de Cundinamarca (ICCU) aseguró que se trabaja de manera ininterrumpida para restablecer totalmente la movilidad en las próximas horas, siempre que las condiciones climáticas lo permitan.
Un corredor prioritario en plena temporada de alta movilidad
La vía Anapoima–Apulo es uno de los tramos más transitados en retornos festivos, especialmente por vehículos provenientes del Tolima, Huila y la región del Magdalena Medio. Por ello, la emergencia ha generado preocupación entre los viajeros que buscan ingresar a Bogotá en el cierre del puente.
Aunque las labores continúan a ritmo acelerado, la Gobernación y la concesión mantienen estrictos protocolos de control ante el riesgo de nuevos deslizamientos, especialmente por la inestabilidad de la montaña y la probabilidad de lluvias en la zona.
