El primer ajuste se hará efectivo a partir del 1 de enero de 2025, con un aumento del 4,64%, y se basará en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al año 2024. El segundo incremento, que será en promedio cercano al 5,5%, se llevará a cabo en la segunda mitad de enero, con el objetivo de estabilizar las tarifas tras el largo período de congelamiento.
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El congelamiento de tarifas, implementado para frenar el impacto de una inflación que en 2024 superó el 13%, tenía como objetivo aliviar la carga económica sobre la población, especialmente en tiempos de alta presión inflacionaria. Sin embargo, esta medida también generó un hueco fiscal, obligando al gobierno a realizar una adición presupuestaria de 500 mil millones de pesos a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para cubrir los costos de la congelación y garantizar la continuidad de los proyectos de infraestructura vial.
El Impacto del Incremento
Con este reajuste, el gobierno busca restaurar el equilibrio en las tarifas de peajes y asegurar que los recursos necesarios para el mantenimiento y desarrollo de la infraestructura vial estén disponibles. En total, los conductores colombianos podrían enfrentar un aumento de hasta el 10% en los peajes, lo que afectará significativamente el costo de los desplazamientos, especialmente en regiones como Antioquia y Cundinamarca, donde los peajes son particularmente altos.
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Si bien la ministra defendió la decisión del congelamiento como una medida «antiinflacionaria necesaria», también reconoció las implicaciones del ajuste en el bolsillo de los conductores, quienes ahora deberán asumir los costos de la normalización de tarifas.