Entre los procesados están dos policías quienes se ganaban la confianza de las víctimas y luego cometían los hurtos.
En un video de las cámaras de seguridad de la bodega del sector de Kennedy quedaron registrados los policiales. Al llegar, habrían tocado la puerta con la excusa de conocer detalles de un supuesto hurto. Cuando las personas abrían las puertas eran intimidados con las armas oficiales, luego de lo cual los reducían y amordazaban en otra habitación.
De inmediato, los uniformados permitían el ingreso de dos vehículos en los que viajaban cerca de 10 personas que sustrajeron equipos de cómputo y tecnología avaluados en más de 1.700 millones de pesos. Después del hurto huyeron del lugar. Al parecer la banda estaba integrada por 10 hombres que ayudaron a sacar el millonario botín.
Un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario a los cinco procesados.