
La violencia no da tregua en el barrio San Bernardo, en la localidad de Santa Fe, Bogotá. En menos de mes y medio, cuatro explosiones han sacudido esta zona céntrica de la capital, sembrando el terror entre los habitantes y poniendo en jaque a las autoridades. El último atentado, ocurrido el martes 25 de marzo, dejó tres personas heridas tras la detonación de una granada en plena vía pública.
Según testigos, dos hombres en motocicleta lanzaron el artefacto explosivo en la calle segunda con carrera décima, justo en un área donde se encontraban varias personas reunidas. De inmediato, las unidades de la Policía acordonaron la zona y las víctimas fueron trasladadas a centros hospitalarios, donde permanecen estables.
Las autoridades han atribuido estos ataques a la disputa entre bandas criminales que operan en el sector, particularmente «Los Costeños» y «Los Venecos», que pelean por el control del microtráfico y otros negocios ilícitos. Este enfrentamiento ha convertido a San Bernardo en un escenario de guerra urbana, donde los atentados han cobrado vidas y dejado un rastro de destrucción.
Este último ataque se suma a una serie de hechos violentos que han estremecido al barrio:
- 18 de febrero: Una granada explotó en la zona, causando la muerte de una persona y dejando siete heridos.
- 23 de febrero: Un segundo artefacto detonó, hiriendo a dos personas.
- 12 de marzo: Una explosión dejó tres muertos y más de cinco heridos.
Las autoridades han confirmado que las cuatro granadas utilizadas en estos atentados provienen de Indumil.
Al respecto el secretario de Seguridad de Bogotá manifestó: “Se pudo establecer que no había un ataque contra el local contiguo a donde ocurrió, sino que tiraron la granada al espacio público en donde había personas aglomeradas y algunas de ellas resultaron heridas” y agregó «Hay algo importante que toca señalar y es que las cuatro granadas que han sido lanzadas aquí son granadas de Indumil. Esto refuerza nuestro pedido a que el control de explosivos en poder de la gente requiere un trabajo muy importante por cuenta de quienes están en poder de estar armas»
Las reacciones oficiales
El secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, enfatizó que estos ataques no han sido dirigidos contra establecimientos específicos, sino que buscan generar pánico en la población. «Las granadas fueron arrojadas en espacios públicos donde había personas reunidas. Esto demuestra la brutalidad con la que operan estas estructuras criminales», señaló.
Por su parte, el brigadier general Giovanni Cristancho, comandante de la Policía Metropolitana, indicó que los atentados pueden estar relacionados con los operativos policiales en la zona. «Por los cierres que hemos implementado, estas estructuras buscan afectar a quienes no están dentro del dispositivo de seguridad», explicó.
Mientras las autoridades avanzan en las investigaciones, los habitantes de San Bernardo siguen viviendo con miedo. La constante amenaza de nuevos atentados ha alterado la rutina de la comunidad y generado un clima de zozobra.