
El Congreso de la República de Colombia vivió este martes una acalorada discusión, tras el hundimiento definitivo de la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Gustavo Petro. Sin embargo, lo que comenzó como una discusión técnica sobre la viabilidad de la iniciativa se transformó rápidamente en un enfrentamiento verbal, protagonizado por los senadores Alfredo Mondragón, del Pacto Histórico, y Alirio Barrera, del Centro Democrático.
El presidente Gustavo Petro envió un mensaje al respecto «Este congresista montó a caballo y entró al congreso. El caballo sintió tanta bestialidad encima que prefirió morirse«.
A lo que el Congresista respondió: «!!!PRUDENCIA Presidente. El país está CANSADO de tanta polarización Y no se le olvide que fue de a caballo que se LIBERTÓ a Colombia!!! PASAPORTE no era solo mi caballo, era mi amigo, mi compañero»
Ocho de los catorce senadores de la Comisión Séptima votaron en contra de su aprobación, lo que desencadenó la furia de algunos sectores del Congreso, en particular los del Pacto Histórico, que veían en esta reforma una oportunidad para revertir lo que consideran un legado de precarización laboral heredado de la Ley 789 de 2002.
Mondragón, visiblemente alterado por la caída de la reforma, se acercó al senador Barrera en tono desafiante, enfrentándose a él cara a cara. En un momento de máxima tensión, Mondragón le gritó a Barrera: «¿Qué mirás con esa cara de matón?» «deja de traer caballos…. piense, ¿usted cuando piensa?, a lo que el senador uribista trató de restarle importancia, limitándose a decir «Vamos pa’ lante». Pero las palabras de Barrera no calmaron los ánimos de Mondragón, quien continuó con su ataque, acusando al senador de representar a aquellos que «maltratan y masacran laboralmente al pueblo colombiano».
La confrontación no fue solo una disputa ideológica, sino también personal. Mondragón, quien había sido uno de los principales defensores de la reforma, acusó a Barrera de ser cómplice de una estrategia política que, según él, busca mantener la explotación laboral. «Nos quieren hacer creer que el hundimiento fue una decisión técnica, pero en realidad se trata de una estrategia política para mantener la explotación laboral», señaló Mondragón en su intervención, mientras los congresistas de su partido expresaban su frustración con gritos de «¡Consulta popular! ¡Consulta popular!».