En medio del ataque a disparos contra el vehículo del Inpec, en la vía Panamericana, fueron asesinados dos funcionarios del instituto penitenciario y dos reclusos, uno de ellos, Manuel Octavio Bermúdez.
Manuel Octavio Bermúdez, conocido como «El Monstruo de los Cañaduzales», fue uno de los peores depredadores sexuales de Colombia y responsable de la muerte de al menos 34 niños en los años 90. Este criminal, capturado en 2003 y condenado a 40 años de prisión, operaba en el suroccidente del país, haciéndose pasar por vendedor de helados para atraer a sus víctimas. Una vez en su poder, las agredía sexualmente y luego las asesinaba, generalmente asfixiándolas con una soga en los cañaduzales de la región.