
Ataques sincronizados
Según los informes preliminares de las autoridades, alrededor de las 11:00 p.m., dos hombres en motocicleta llegaron a un bar y una tienda local en el barrio Los Sauces. Armados con fusiles automáticos, dispararon de manera indiscriminada contra las personas que se encontraban en esos establecimientos. Los atacantes no se detuvieron ahí; después de cometer la masacre en estos dos locales, continuaron su recorrido y dispararon nuevamente en la vía hacia la vereda Venadillo, acabando con la vida de otras dos personas más.
En este hecho una persona muere en el lugar de los hechos, dos personas más fallecieron en el hospital, para un total de tres muertos y tres heridos. Luego los mismos atacantes continuaron su recorrido, en la vía hacia la vereda Venadillo, dispararon contra otras dos personas, quienes perdieron la vida en el sitio.
En total, las víctimas fatales fueron identificadas como Ángel María Cárdenas, José Leonardo Amaya Amaya, Said Paredes Torres, Javier Cárdenas Rincón (soldado pensionado) y una menor de 17 años, cuya identidad aún no se ha revelado. Entre los heridos figuran Diosey Téllez Quintero, Jesús Albeiro Pérez Castro y Zulianis Yaneis Casas Ardila, quienes fueron trasladados al Hospital Emiro Quintero Cañizares. A pesar de los esfuerzos médicos, uno de los heridos falleció en el hospital, y los otros tres permanecen bajo observación.
Impacto y reacciones locales
En un video difundido por el medio Catatumbo Al Día, se puede ver a un grupo de personas afuera de los establecimientos, escuchando los gritos y murmullos de la conmoción que causó el ataque. La masacre se produce en medio de un clima de violencia constante en la región, donde se han reportado diversas acciones de grupos armados ilegales que operan en el Catatumbo.
Las autoridades locales, en conjunto con la Policía Nacional y el Ejército Nacional, se encuentran en la zona llevando a cabo labores de levantamiento de evidencias y realizando investigaciones para esclarecer los hechos. Según un delegado de la policía, los atacantes utilizaron armas de fuego automáticas, y la evidencia del crimen quedó en el lugar, lo que facilita la recopilación de información clave para dar con los responsables.
Crisis de seguridad en el Catatumbo
La región del Catatumbo, que históricamente ha sido un territorio con presencia de diversos grupos armados ilegales, enfrenta actualmente una crisis de seguridad sin precedentes. La situación se agrava por la presencia de células urbanas de estos grupos en áreas como Ocaña, lo que podría ser una de las posibles motivaciones detrás de este ataque.
El alcalde de Ocaña, Emiro Cañizares Plata, condenó enérgicamente los hechos a través de un comunicado oficial, expresando su solidaridad con las víctimas y sus familias. «Hacemos un llamado a los actores armados a respetar la vida de la población y a no incluir a la sociedad civil en este conflicto», expresó el mandatario municipal.
Además, Cañizares anunció la convocatoria de un Consejo Extraordinario de Seguridad en las próximas horas para analizar la situación y reforzar los esquemas de protección para la población civil, una medida urgente dada la creciente violencia en la región.
Desde la Policía Nacional, también se emitió un pronunciamiento de rechazo a este acto de violencia, reiterando el compromiso con la protección de la vida y la integridad de los ciudadanos. Las autoridades invitaron a la comunidad a denunciar cualquier hecho relacionado con el crimen organizado, garantizando confidencialidad para quienes brinden información que pueda contribuir a esclarecer los ataques.