Los cinco miembros de la Policía Metropolitana de Bogotá fueron presentados ante un juez con funciones de control de garantías, luego de ser capturados como presuntos miembros de organizaciones criminales de microtráfico que delinquen en las localidades de Fontibón y Suba.
Los patrulleros fueron presentados ante la juez en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda para legalizar su captura. El ente acusador los señala de cometer los delitos de concierto para delinquir agravado y cohecho propio. Es decir que habrían recibido dinero para permitir la comisión de delitos en sus respectivas localidades.
Al parecer, según la investigación los uniformados recibían hasta tres millones cada uno, que les pagaban bandas delincuenciales que delinquen en la ciudad, a cambio de permitir la venta de drogas en entornos escolares del occidente de la ciudad. En total, la renta criminal del grupo de patrulleros llegaba a los 15 millones de pesos mensuales.
Los patrulleros han sido identificados como Andrés Felipe Ramírez, Julio César Valencia, Daniel Alfonso Puentes, Jefferson Gaitán y Carlos Julio Colmenares.
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De acuerdo con la Fiscalía los uniformados recibían estas altas sumas de dinero para permitirles a los integrantes de la red de microtráfico la distribución de alucinógenos en estos sectores capitalinos.
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Durante varios meses investigadores del CTI y de la misma policía hicieron seguimientos a los policías y además interceptaron sus teléfonos celulares.
Durante las audiencias de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento la fiscal del caso revelará más detalles de las evidencias contra los patrulleros presuntamente corruptos.
