La Defensoría del Pueblo en las últimas horas emitió la Alerta Temprana 036 de Inminencia instando al Gobierno Nacional a tomar medidas preventivas ante posibles acciones violentas en caso de una suspensión de los diálogos con grupos armados ilegales.
“Si eventualmente son suspendidos los diálogos con los grupos armados ilegales con los que son adelantadas conversaciones, el Gobierno Nacional debe prevenir posibles acciones bélicas indiscriminadas contra la población y sus bienes civiles”, señala el Defensor del Pueblo
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La recomendación se centra en 14 municipios del Cauca y Valle del Cauca, donde la presencia del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC genera preocupaciones sobre la seguridad de las comunidades locales.
El documento señala un riesgo inminente, especialmente en 12 municipios del Cauca y dos del Valle del Cauca, donde los frentes Jaime Martínez y Dagoberto Ramos, parte de la disidencia de las FARC liderada por ‘Iván Mordisco’, han llevado a cabo acciones que han afectado a las comunidades.
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Entre los municipios en alerta se encuentran Buenos Aires, Santander de Quilichao, Suárez, Miranda, Corinto, Caloto, Guachené, Toribío, Jambaló, Caldono, Morales y Cajibío, en el Cauca, y Dagua y Jamundí, en Valle del Cauca.
“El Gobierno, igualmente, debe establecer medidas para evitar que los actores armados al margen de la ley acudan a acciones violentas tras una eventual suspensión de ceses al fuego acordados, tal como sucedió en mayo de este año con el Estado Mayor Central en Putumayo, Caquetá, Guaviare y Meta”, es otro de los llamados de Carlos Camargo Assis.
También hace referencia a hechos recientes, como el ataque en Timba (municipio de Buenos Aires, Cauca), el 20 de septiembre pasado, y el atentado en Potrerito (Jamundí, Valle del Cauca), dos días después. Ambos incidentes involucraron el uso de artefactos explosivos improvisados por el Frente Jaime Martínez, dejando un saldo lamentable de personas muertas, heridas y desplazamientos de familias.
La Defensoría del Pueblo, si bien respalda los diálogos de paz, destaca la necesidad de adaptarse a las condiciones reales de un proceso complejo y cambiante, subrayando la importancia de esta nueva advertencia en aras de la protección de los derechos humanos de las comunidades afectadas.
