En Vivo. A la cárcel fueron enviados directivos de la fundación “La Casa del Terror” torturaban y abusaban de menores con enfermedades mentales y problemas de consumo de drogas

El juez decidió enviar a la cárcel a los capturados en el Caso de la  fundación “La Casa del Terror” donde torturaban y abusaban de menores con enfermedades mentales y problemas de consumo de drogas.

Once de los procesados fueron enviados a la cárcel, otros diez seguiran siendo procesados en libertad.

Un grupo de personas todos miembros de una misma familia Blanco, se asociaron con vocación de éxito y permanencia en el tiempo con el fin de utilizar unas fundaciones dedicadas supuestamente a la rehabilitación de personas más vulnerables como enfermos drogadictos, enfermos mentales, adultos mayores y jóvenes víctimas de abuso sexual, para a través de ellas, obtener un incremento patrimonial, ocultado a los internos con documentos falsos, trasladándolos de una fundación a otra por medio de falsas autorizaciones suplantando a sus familiares, drogando a los enfermos e infringiéndoles tratos crueles e inhumanos, castigos, homicidios, lesiones y delitos sexuales durante su permanencia en dichos centros.

Entre los 21 procesados están Reynaldo Jaime Blanco, Yaira Milena Mendoza y otros quienes fueron imputados por los delitos de Concierto para delinquir agravado con fines de secuestro y tortura, secuestro, inducción a la prostitución, acceso carnal con Incapaz de Resistir, acto sexual violento, tortura, homicidio, acceso carnal violento. Se tiene registro de 38 eventos 

Durante la audiencia se relataron los castigos, torturas y maltrato que recibian las personas tratadas en esta fundación. Según la Fiscalía el dinero pagado por los familiares de hasta $1.500.000 mensuales, no era invertido en los tratamientos médicos, sino que habría ingresado al patrimonio de los miembros de este grupo.

Adicionalmente, le eran suministrados medicamentos sin prescripción o concepto médico, no recibían tratamientos adecuados para tratar las adicciones y problemas de salud, realizaban actos irregulares al llevar sin autorización a las instalaciones.

Vea aquí la sustentación de la apelación por parte de los abogados defensores a la medida de aseguramiento impuesta a los ingregrantes de la red conocida como la «Casa del Terror»:

Los directores de las fundaciones delegan a otros internos que llevan varios años, la custodia y el cuidado, de los nuevos pacientes, pero estos cuidados consisten en malos tratos hacia los internos con complacencia de los mismos directores.

Este grupo delincuencial a medida que las autoridades realizaban las respectivas inspecciones a los lugares donde se ubicaban estas fundaciones, como estrategia jurídica cambian constantemente de nombre de razón social en la Cámara de comercio de Bucaramanga, pero seguían funcionando en el mismo lugar, pero nunca poseían ningún tipo de identificación como logos emblemas en su fachada que la identificara como fundación, logrando ocultar sus actividades de sus objetos sociales y sus actividades ilícitas de maltratos hacia los internos de la misma.

La Fundación Cristiana Hogar Casa del Alfarero ofrecía tratamientos de sanación espiritual y rehabilitación para personas con problemas mentales o de drogadicción, pero detrás se escondía “un verdadero infierno”.

De la misma forma para las fundaciones en el departamento de Santander en especial el municipio de Bucaramanga, existe un grupo de personas que se les denominara los capturadores los cuales se encargan de realizar el servicio de privar de la libertad a las personas en estado de indefensión o utilizando la fuerza, esposándolos y/o suministrándoles medicamentos sin prescripción médica para doblegar su voluntad, con el fin de poderlos ingresar a las fundaciones que soliciten sus servicios.

Los familiares de los pacientes en su afán de tratar sus adicciones o padecimientos de buena fe dan su autorización con el fin de ingresarlos a dichas fundaciones.

En la audiencia, los abogados defensores argumentaron que los pacientes eran amarrados y «encerrados» en la fundación para tratar sus adicciones y por su agresividad.

Así mismo, existen personas con órdenes de captura o que acaban de cometer un delito y se hacen pasar por pacientes con el fin de evitar ser judicializados, con el apoyo de los directores. En otras ocasiones es la misma familia quien interna a su familiar con el fin de hurtarle bienes y hacerlo parecer como una persona incapaz por estado mental.