
Los disturbios del pasado 6 de marzo desataron una serie de tensiones que culminaron con la evacuación de las tropas del Ejército Nacional, luego de que las comunidades locales, presionadas por las disidencias del grupo armado organizado Estructura Carlos Patiño, obligaran al retiro de los uniformados del sector de La Hacienda. A este retiro, se sumaron los enfrentamientos entre la comunidad y la Policía Nacional, quienes intentaban restablecer el orden.
Como consecuencia de este desenlace, 29 miembros de la fuerza pública —28 policías y un militar— fueron retenidos por la misma comunidad.
Sin embargo, estos fueron liberados el 8 de marzo. La liberación se produjo tras arduas negociaciones en las que participaron instituciones del Estado, como el Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo y la misión de la ONU en Colombia, con la colaboración esencial de la comunidad del Cañón del Micay, que actuó como mediadora.
A su regreso, las Fuerzas Militares de Colombia, reforzadas con unidades del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, han reanudado sus operaciones con una renovada estrategia de seguridad que busca restablecer el orden y la tranquilidad en El Plateado.