La Corte Suprema de justicia, revocó la absolución y condenó al cirujano Martín Horacio Carrillo a una pena de 48 meses y 6 meses de inhabilidad para ejercer la profesión.
El caso de la modelo y presentadora Jessica Cediel ha sido muy publicitado, luego que el galeno le inyectó biopolímeros en los glúteos, procedimiento estético le causo severas lesiones en su cuerpo.
En una extensa sentencia de 54 páginas los magistrados de la Corte confirmaron la sentencia de primera instancia, en la que Carrillo fue condenado por los delitos de lesiones personales con dolo eventual. Ahora el profesional de la medicina deberá pagar una pena de 48 y durante 6 meses contados a partir de la fecha no podrá ejercer su profesión.
La sala penal de la Corte Suprema de Justicia señaló que se desvirtuaba el argumento del cirujano Martín Horacio Carrillo, quien aseguró en su defensa que no sabía cuál producto le había sumistrado el proveedor y que el error lo había causado la empresa que le entregó el producto.
El magistrado Francisco Acuña, enfatizó que en este caso la responsabilidad la tenía el galeno quién además conocía las características de los inyecciónes que le aplicó a la reconocida presentadora y modelo.
La Corte Suprema rechazó estas afirmaciones y en cambio señaló que Carrillo si «sabía que el líquido inyectado a la víctima no era ácido hialurónico” y conocía además los problemas médicos que causaba la colocación de biopolímeros en el cuerpo de las personas, porque lo había estudiado en una especialización hecha en España.
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«Actuó con el conocimiento de estar utilizando una sustancia de cuya especial nocividad estaba al tanto, distinta de la prometida a la paciente y sin habérselo informado«: Corte Suprema
Además, el magistrado manifestó que al comparar los precios del ácido hialurónico por centímetro cúbico este estaba entre 700.000 y 1′.000.000 de pesos y la sustancia Hialucorp que le inyectó a la modelo costó alrededor 350.000.
«Si cada centímetro cúbico de verdadero ácido hialurónico, en su presentación más económica, tenía para entonces un costo de $325.000, de lo expuesto en precedencia se sigue que Carrillo Gómez obtuvo el líquido usado en Cediel Silva por un precio 358 veces menor del que esa molécula tenía en el mercado. Tan marcada diferencia hacía obvio para cualquier persona, y más aún para un profesional de la salud involucrado por varios años en la práctica de la medicina estética, que ese fluido en realidad no era, ni podía ser, ácido hialurónico»: Corte Suprema
