En una jornada de intensos debates y controversias, el Gobierno logró un respiro importante al obtener la aprobación de la ponencia positiva de la reforma a la salud en la Cámara de Representantes, en el primer día de las sesiones extraordinarias. Con 84 votos a favor, se dio luz verde a la discusión del articulado, lo que representa un paso clave para que el proyecto continúe su trámite en el Congreso.
«La Cámara de Representantes aprueba la Ponencia Positiva de la #ReformaALaSalud con 84 votos por el SÍ. Este es un avance clave en el segundo debate, donde se busca consolidar un sistema de salud más equitativo y accesible. Ahora, continúa la votación del articulado»: MinSalud
Este triunfo para el Ejecutivo llega después de dos derrotas consecutivas la semana pasada, con el archivo de las reformas tributaria y política. Sin embargo, la aprobación no fue exenta de polémica, ya que la oposición cuestionó el proceso y denunció una falta de transparencia en la forma en que se condujo el debate. Al finalizar la exposición de la ponencia positiva, presentada por la representante María Eugenia Lopera, la oposición, en su mayoría, no estuvo presente en el recinto, lo que generó malestar entre los congresistas que apoyan la reforma.
Los congresistas en redes sociales compartieron imágenes de la presencia de diferentes ministros en la plenaria.
El debate giró en torno a la necesidad de una reforma estructural al sistema de salud en Colombia. Mientras algunos congresistas de la oposición, como el representante Andrés Forero, argumentaron que el proyecto no solucionará los problemas existentes y podría generar mayores dificultades, otros, como el representante Alexander Guarín, defendieron la iniciativa asegurando que la reforma es crucial para mejorar el acceso a la salud en territorios como Guainía, donde el sistema actual ha sido insuficiente.
En defensa de la propuesta, el Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, hicieron énfasis en que el sistema de salud requiere una transformación profunda debido a las deficiencias que ha presentado, particularmente en la administración de las EPS. Jaramillo advirtió que, de no aprobarse la reforma, el Gobierno se vería obligado a liquidar las EPS, lo que ha causado gran controversia en el sector.
El Gobierno juega sus cartas estratégicamente
El Gobierno ha recurrido a diversas estrategias para garantizar que el debate avance sin contratiempos, destacando la presencia de varios ministros en la plenaria de la Cámara, como el de Interior, Juan Fernando Cristo, y la ministra de Transporte, María Constanza García. Según la ministra García, su presencia fue para garantizar que los congresistas no se ausentaran de la sesión, un tema crucial para evitar que el quorum fuera vulnerado y la discusión se suspendiera.
Pese a las críticas de la oposición, que acusaron al Gobierno de intentar «pupitrear» el debate, la estrategia parece haber dado resultado. Las tensiones aumentaron cuando algunos congresistas denunciaron presuntas irregularidades, como votos registrados cuando los congresistas no estaban en el recinto, lo que llevó a la intervención del presidente de la Cámara, Jaime Raúl Salamanca, quien ordenó la salida de los asesores de los congresistas y ministros del recinto.
Apuestas por el futuro de la reforma
La reforma, que fue presentada por el ministro Jaramillo en septiembre de este año, tiene como objetivo modificar todo el sistema de salud, reemplazando funciones de las EPS y ampliando las competencias de la Administradora de Recursos del Sistema de Salud (ADRES). Sin embargo, los detractores han señalado que el proyecto no aborda problemas fundamentales, como la financiación del sistema de salud y la sostenibilidad de los servicios, especialmente en el ámbito de la atención en mediana y alta complejidad.
Con la ponencia de archivo rechazada y la aprobación de la ponencia positiva, el proyecto de reforma a la salud continuará su camino en el Congreso, donde aún tiene que superar dos debates más. El Gobierno quiere que la reforma se apruebe antes de finalizar el año.
A partir de ahora, se espera que la reforma sea discutida a fondo en los próximos días, con la atención puesta en cómo se abordarán los aspectos más polémicos del proyecto, en un escenario de creciente polarización política.