La despedida de La Gorda Fabiola, un ícono del humor colombiano
En la mañana de este jueves, 19 de septiembre de 2024, se confirmó la muerte de Fabiola Emilia Posada, más conocida como “La Gorda Fabiola”. Tristeza ante la partida de una de las humoristas más queridas y admiradas de Colombia.
La “Gorda” Fabiola, reconocida gracias al programa Sábados Felices, del canal Caracol, venía padeciendo problemas de salud que la llevaron a ser internada en una clínica de Bogotá donde finalmente falleció por un problema respiratorio este 19 de septiembre, un día después de cumplir 61 años.
Fabiola Posada Pinedo nació el 18 de septiembre de 1963 en Santa Marta, y a lo largo de sus 61 años de vida se convirtió en una figura inconfundible de la televisión y el entretenimiento nacional. Reconocida por su participación en el icónico programa Sábados Felices de Caracol Televisión, Fabiola no solo conquistó a la audiencia con su humor y carisma, sino que también dejó una huella profunda en la historia de la comedia en el país.
El Concejo de Bogotá rindió un minuto de silencio en homenaje a la humorista y exconcejal Fabiola Posada, quien acaba de fallecer, según confirmó su esposo y también comediante Nelson Polanía, ‘Polilla’.
Gabriel de la Casas, dio a conocer esta triste noticia.
Acabo de hablar con el gran @polillafeliz y me confirma la partida de este mundo de la linda y querida gordita Fabiola Posada.
Mi tristeza y el cariño de todo el equipo de @LaLuciernaga y @CaracolRadio con él, sus hijos y tanta gente que amaba a nuestra gordita!!! pic.twitter.com/DBgpi5auPm
— Gabriel Delascasas E (@gabodelascasas) September 19, 2024
De Santa Marta a Bogotá: el inicio de un viaje
La vida de Fabiola Posada estuvo marcada por su pasión por la comunicación y el humor. A los 16 años, dejó su natal Santa Marta para trasladarse a Bogotá, donde se formó como comunicadora social en la Universidad Externado de Colombia. Sus primeros pasos profesionales los dio en medios como el diario La República y la revista Contigo, donde demostró su talento en el periodismo y la comunicación. Sin embargo, el destino la llevó por un camino inesperado cuando un asistente de Sábados Felices la abordó en la calle para invitarla a participar en el programa. Buscaban una persona con características físicas particulares para una sección del show, y así, sin planearlo, La Gorda Fabiola inició su carrera en el mundo del humor.
El humor como arma y como escudo
Su espontaneidad y carisma la hicieron destacar rápidamente en Sábados Felices, programa donde conoció al que sería su compañero de vida y de escenarios, Nelson Polanía, más conocido como “Polilla”. Juntos, no solo formaron una pareja inseparable en la vida personal, sino también en la artística. Realizaron múltiples comedias y presentaciones en ciudades como Buenos Aires, Santiago de Chile, Nueva York, Miami, y Washington D.C., consolidando su carrera internacional.
Fabiola Posada se ganó el cariño del público a través de su capacidad de hacer reír a los demás, incluso cuando ella misma enfrentaba batallas personales. Siempre usó el humor no solo como una herramienta para entretener, sino como un refugio para sobrellevar las dificultades, entre ellas, sus problemas de salud.
Una lucha constante contra la enfermedad
La salud de Fabiola Posada fue un tema recurrente en su vida, y lo afrontó con la misma valentía y sentido del humor con que enfrentó el escenario. En 1997 le diagnosticaron diabetes, lo que significó un reto constante para ella. En 2014, sufrió cuatro infartos que la llevaron a una cirugía de corazón abierto, de la cual salió adelante gracias a su fortaleza y al apoyo incondicional de su esposo y familia. A lo largo de los años, su lucha con la diabetes y otros problemas de salud la mantuvieron entre hospitalizaciones, pero eso nunca apagó su chispa ni su deseo de seguir haciendo lo que más amaba: hacer reír.
Un legado que trasciende generaciones
Con la partida de Fabiola Posada, Colombia pierde a una de sus grandes exponentes del humor, pero su legado permanecerá intacto en los corazones de quienes crecieron viéndola en la televisión y disfrutaron de su talento. Su estilo único, que mezclaba la picardía con una simpatía genuina, rompió esquemas en una sociedad que a menudo estigmatiza los cuerpos y las personalidades diferentes. Para La Gorda Fabiola, la risa era una forma de liberar, de sanar y de conectar con los demás.
El impacto de Fabiola también se extendió más allá del humor. Incursionó en la política, siendo concejala de Bogotá entre 2002 y 2005, y demostró que su voz no solo estaba hecha para la comedia, sino también para hablar de temas importantes que afectaban a la sociedad. Siempre se destacó por su franqueza y autenticidad, valores que la hicieron ganar el respeto y el cariño de sus colegas y seguidores.
Descanse en paz, La Gorda Fabiola.