Bogotá vivió otro millonario robo en la madrugada del martes 18 de noviembre, cuando una banda de por lo menos ocho delincuentes perpetró un asalto coordinado en una estación de gasolina ubicada en la calle 220 con autopista Norte, muy cerca del peaje Los Andes. El golpe, ejecutado con precisión y violencia, dejó al descubierto nuevamente las fallas de seguridad en estos puntos de servicio 24 horas.
El asalto
De acuerdo con los primeros reportes, los trabajadores de la estación fueron sorprendidos por los ladrones, quienes intimidaron al personal, los encerraron en un baño y tomaron control total del punto de servicio.
Los delincuentes llegaron en tres camionetas, interceptaron al vigilante, lo amordazaron, lo despojaron de su uniforme y uno de ellos se lo puso para hacerse pasar por empleado. Con esa maniobra lograron cerrar la estación sin despertar sospechas.
Destruyeron la caja fuerte con equipos de soldadura
Una vez tomaron el control, ingresaron al área administrativa donde se encontraba la caja fuerte. Con varillas metálicas y equipos de soldadura, forzaron la estructura y sacaron entre $30 y $40 millones, producto del recaudo del fin de semana festivo.
Aunque el robo fue millonario, las autoridades confirmaron que horas antes la empresa de seguridad privada había retirado la mayor parte de la recaudación, lo que evitó que el botín fuera aún mayor.
También robaron a un local contiguo y se llevaron licor
El robo no se limitó a la estación Terpel Motomart. Los delincuentes también ingresaron a un local de alimentos “Al Toque”, ubicado dentro del mismo establecimiento, de donde hurtaron dinero de la caja registradora y varias botellas de licor.
Un noticiero local reportó que incluso se llevaron la ropa de un trabajador, lo que da cuenta del nivel de intimidación ejercido durante el atraco.
La fuga estuvo planeada
Tras completar el asalto, los delincuentes huyeron en distintas direcciones:
- Algunos tomaron la Autopista Norte.
- Otros escaparon por la carrera Séptima.
- Un tercer grupo habría salido de la ciudad pasando por el peaje Los Andes.
Las autoridades creen que esta dispersión hizo más difícil su seguimiento inmediato.
La Policía: al menos ocho delincuentes participaron
El coronel Ricardo Chávez, comandante de la estación de Policía de Usaquén, confirmó que el vigilante fue intimidado con arma de fuego y obligado a subir a un vehículo, donde lo despojaron de su chaqueta de servicio:
“Uno de estos delincuentes presuntamente usó la chaqueta para generar distracción mientras el resto ingresaba al área interna con varillas y una pulidora para llevarse la caja de seguridad”, indicó el oficial.
También confirmó que el grupo robó dinero, cigarrillos y botellas de licor de un establecimiento contiguo.
Búsqueda en cámaras y testimonios
A esta hora, las autoridades analizan las grabaciones de seguridad y recopilan los testimonios de las víctimas. La estación cuenta con varios puntos de vigilancia que podrían permitir la identificación de placas, rutas de escape y rasgos de los responsables.
Hasta el cierre de esta crónica, no se han reportado capturas.
Un “robo de película” que deja en evidencia un modus operandi repetitivo
El golpe se suma a una serie de robos similares en Bogotá donde bandas utilizan vehículos de alta gama, equipos industriales y disfraces para simular roles laborales y acceder a zonas restringidas sin alertar al personal.
La Policía mantiene operativos en la zona norte de la ciudad y hace un llamado a las empresas de vigilancia para reforzar sus controles nocturnos, especialmente en estaciones alejadas del casco urbano.
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