
Así fue el primer bombardeo contra el Clan del Golfo bajo el gobierno Petro, usaron aviones Kfir y Supertucano

La misión, liderada por el Ejército y con el respaldo aéreo de la FAC, dejó en evidencia la capacidad operativa del Clan del Golfo, que se creía limitada a extorsiones urbanas. Según el presidente Petro, el grupo armado ilegal “se estaba preparando para ser una fuerza de combate”. Sin embargo, el ataque aéreo tomó por sorpresa a los integrantes de esta organización, quienes, según inteligencia militar, recibieron órdenes de cambiarse a ropa de civil para intentar escapar del cerco militar.
“El Clan del Golfo, se creía que sus estructuras selectivas eran urbanas, básicamente bandas que extorsionan pequeños tenderos, pequeños negocios en los pueblos, y que eran incapaces de un enfrentamiento militar. Pero los que tenían en esta región se estaban preparando para ello, para hacer una fuerza”, presidente Gustavo Petro
El operativo fue diseñado con precisión quirúrgica para garantizar el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. A través de un minucioso trabajo de inteligencia, se confirmó que el campamento no albergaba menores de edad ni personas secuestradas. Además, se verificó que el lugar estaba a más de 20 kilómetros de cualquier caserío o resguardo indígena.
En Bogotá, el Comité Operacional de las Fuerzas Militares aprobó el plan, asegurándose de que el bombardeo ofreciera una ventaja militar proporcional. Los pilotos de los Kfir y Supertucano, entrenados en misiones de alta precisión, recibieron la orden de atacar el campamento con bombas de entre 250 y 500 libras, buscando un radio de afectación controlado.
Tras el bombardeo, comandos del Conat ingresaron a la zona para recuperar material de guerra y evaluar las bajas. Sin embargo, la operación también trajo consigo una tragedia: cuatro uniformados perdieron la vida durante un accidente en medio del operativo, según la Secretaría de Seguridad de Antioquia. Los fallecidos fueron identificados como el capitán Hugo Moncada, el sargento segundo Daniel Masias y los soldados Jhon Mamiam y Mauricio Ipia.
El presidente Petro lamentó estas pérdidas durante la ceremonia de ascenso a subtenientes del curso militar Bicentenario Batalla de Ayacucho, donde destacó el sacrificio de los militares como un recordatorio de la dureza de este conflicto.
“Si no son capaces de desmantelarse, serán destruidos por el Estado”, reiteró Petro, recordando el fallido intento de cese al fuego con el Clan del Golfo a inicios de su gobierno. Aunque el mandatario ha impulsado su política de “paz total”, la operación de Cáceres envía un mensaje claro: el diálogo no excluye la acción contundente cuando se vulnera la seguridad nacional.
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