
El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva el 20 de enero de 2025, en su primer día de mandato, para eliminar la ciudadanía por derecho de nacimiento en los Estados Unidos, una medida que ha sido una de sus promesas más radicales en materia de inmigración. Esta orden busca acabar con el derecho consagrado en la 14ª Enmienda de la Constitución, ratificada en 1868 tras la Guerra Civil, que asegura que todas las personas nacidas en el país son ciudadanos estadounidenses.
La 14ª Enmienda establece que todas las personas nacidas o naturalizadas en los EE. UU. y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de este país. Este derecho ha sido garantizado por la Corte Suprema durante más de 150 años, con la única excepción de los hijos de diplomáticos.
Trump ha criticado abiertamente esta normativa, sosteniendo que Estados Unidos es el único país que otorga la ciudadanía por nacimiento.
Para implementar esta orden que cambia la 14ª Enmienda de la Constitución, se debe cambiar la Constitución.
Para cambiar la Constitución, se necesita una enmienda que sea aprobada por el Congreso y respaldada por tres cuartas partes de los estados, lo que hace que este proceso sea muy complejo. Aunque algunos legisladores han propuesto modificar el lenguaje de la 14ª Enmienda para excluir a los hijos de inmigrantes indocumentados, los expertos en derecho constitucional sostienen que esta interpretación va en contra del texto original de la Constitución.
¿Qué es la Enmienda 14?
La Enmienda 14 fue ratificada en 1868, tras el fin de la Guerra Civil, con el objetivo de consolidar los derechos civiles de las personas que habían sido esclavizadas en Estados Unidos, así como de sus descendientes. Esta explicación fue proporcionada en septiembre por Elizabeth Wydra, presidenta y asesora jurídica principal del Centro de Responsabilidad Constitucional, una organización especializada en derechos civiles y en derecho constitucional.
El texto de la enmienda establece que: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de Estados Unidos y del Estado en el que residen”. Desde su inclusión en la Constitución, la Corte Suprema ha reafirmado, a lo largo de los últimos 150 años, que esta enmienda garantiza la ciudadanía a todas las personas nacidas en el territorio de Estados Unidos, con la única excepción de los hijos de diplomáticos.
En este contexto, el impacto de la medida de Trump afectaría a millones de niños nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados, quienes perderían la ciudadanía automática. Según estimaciones del Censo, hay aproximadamente 3.7 millones de niños en esta situación.