
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, decretó este lunes el estado de conmoción interior y emergencia económica en la región del Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander. Esta medida, que se implementa ante la grave crisis de orden público en la zona, busca frenar la violencia desatada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha intensificado sus ataques en la región en las últimas semanas. Este es el alcance y las implicaciones de esta figura constitucional.
El Catatumbo, históricamente una de las regiones más afectadas por la violencia del narcotráfico y la presencia de grupos armados ilegales, se ha convertido en el epicentro de una escalada violenta en la que el ELN y las disidencias de las Farc luchan por el control del segundo enclave cocalero más grande del país. Esta guerra interna ha dejado a la población civil atrapada en medio de enfrentamientos, más de 3.000 desplazamientos forzados y más de 80 víctimas fatales. Ante este panorama, Petro, el Gobierno recurrió a una medida constitucional que otorga facultades especiales al Gobierno para intervenir en situaciones de emergencia extrema.
Así lo anunció el Presidente Guatavo Petro en su cuenta de X:
«Habla de los otros pero se refiere a sí mismo. Han perdido la inteligencia. La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida.
Se declara el estado de conmoción interior y el estado se emergencia económica. Espero del poder judicial su apoyo.
El copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia»
El estado de conmoción interior en Colombia debido a la grave situación humanitaria en el Catatumbo, no puede aplicarse por el momento. El decreto oficial que otorga facultades extraordinarias al presidente no ha sido emitido y no se espera que se firme en el consejo de ministros convocado para el 20 de enero. La Secretaría Jurídica aún está redactando el texto. Además, el decreto requiere la firma de todos los ministros del gobierno.
¿Qué es el estado de conmoción interior?
El estado de conmoción interior es una figura jurídica establecida en el artículo 213 de la Constitución de 1991, que reemplazó al antiguo estado de sitio, que había sido cuestionado por sus implicaciones autoritarias. Este estado puede ser declarado por el presidente de la República en situaciones de grave perturbación del orden público que amenacen la estabilidad del Estado y que no puedan ser solucionadas por las autoridades ordinarias. A diferencia del estado de sitio, que limitaba libertades fundamentales, la conmoción interior permite que se tomen medidas excepcionales sin necesariamente suspender los derechos constitucionales.
Este mecanismo tiene un límite de vigencia de hasta 90 días, pero puede ser prorrogado por otros dos periodos de igual duración si el Senado lo aprueba. Con esta medida, el Gobierno obtiene facultades excepcionales para tomar decisiones inmediatas, como el despliegue de fuerzas militares y el control sobre ciertas actividades económicas, sin necesidad de la intervención del Congreso.
El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, respaldó la declaratoria de estado de conmoción anunciada por el presidente Gustavo Petro asegurando que es la oportunidad para que la Fuerza Pública retome el control de la zona y “sean los héroes en medio de la situación que atraviesa la región”.
El contexto de la declaración: violencia en Catatumbo
La decisión de Petro llega después de una serie de ataques perpetrados por el ELN en el Catatumbo, que han dejado decenas de muertos y más de 1.000 familias desplazadas. La situación se ha agravado debido al enfrentamiento directo entre las disidencias de las Farc y el ELN por el control de las rutas del narcotráfico en la zona, especialmente relacionadas con el cultivo de coca.
El presidente Petro, optó por declarar la conmoción interior como un medio para restaurar el orden. «Habla de los otros pero se refiere a sí mismo. Han perdido la inteligencia. La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida«, escribió Petro en su cuenta de X, refiriéndose a la violencia como un obstáculo para los ideales de cambio social.
Medidas y respuestas del Gobierno
Con la declaratoria de conmoción interior, el Gobierno obtiene la posibilidad de actuar con mayor rapidez para contener los actos violentos. Las medidas que se podrán implementar incluyen el aumento del despliegue militar en la región, la restricción de ciertos movimientos de personas y la intervención directa en la economía local para garantizar la seguridad y el orden. Además, el presidente también ha propuesto la transformación económica de las regiones afectadas por la violencia, buscando una solución integral que no solo implique el uso de la fuerza, sino también la atención de las causas estructurales de la violencia.
El Estado de conmoción interior también viene acompañado de un estado de emergencia económica, lo que permitirá al Gobierno movilizar recursos para las zonas más afectadas por el conflicto. Esta medida tiene como fin aliviar las condiciones de pobreza y falta de desarrollo que históricamente han caracterizado a regiones como el Catatumbo, lo que a su vez contribuye al fortalecimiento de grupos armados ilegales que se aprovechan de la vulnerabilidad de la población.
El examen de la Corte Constitucional
El uso del estado de conmoción interior está sujeto a un control judicial posterior por parte de la Corte Constitucional, que tiene la facultad de examinar la constitucionalidad de la medida. Este control es fundamental, ya que la Corte ha anulado en ocasiones anteriores otras declaratorias de emergencia, como la del gobierno de Iván Duque en La Guajira, por considerar que las circunstancias no justificaban una medida tan drástica.
El pasado de la conmoción interior en Colombia
La figura de la conmoción interior no es nueva en la historia de Colombia. Durante el gobierno del presidente Álvaro Uribe, en 2002, se decretó un estado de conmoción interior en el contexto de una grave escalada de violencia del conflicto armado interno. Además, en 2008, Uribe también recurrió a esta medida para enfrentar un paro judicial que amenazaba con una excarcelación masiva de delincuentes.
Hace 17 años no se declara la conmoción interior en Colombia.
De hecho, la última asociada directamente a orden público fue en 2002, hace 23 años.
En el Gobierno del expresidente Cesar Gaviria se emitió por primera vez el EStado de Conmoción Interior en el año 1992, para la excarcelación masiva de detenidos, la segunda fue también en el año 1992 por agravación del orden público por acciones terroristas de la guerrilla y duro 90 días y la tercera fue en 1994 por ataques de la guerrilla e incremento general de la violencia en el país y duro 10 días.
Luego Ernesto Samper tambien recurrio a esta figura en el año 1995 por incremento de la violencia, la criminalidad y los ataques guerrilleros, el estado duro 90 días, la quinta fue con Samper en el año 1996 por asesinato del candidato presidencial Alvaro Gomez hurtado y duró 90 días , donde se limitó la libertad de expresión y de prensa adempás de la libertad de locomoción.
Alvaro Uribe emitió el sexto decreto de conmoción en 2002 por los ataques guerilleros y amenazas a alcaldes y gobernadores durante 90 días y la septima fue en el año 2008 también por Uribe durante el paro de la rama judicial en el que participaron 42.000 empleados.
Juan manuel Santos, Pastrana e Ivan Duque no decretaron estado de conmoción interior
Estas declaraciones, aunque necesarias en su momento, también fueron criticadas por los defensores de los derechos humanos, quienes señalaron que estas medidas excepcionales podían ser usadas para restringir libertades y derechos fundamentales en situaciones de abuso de poder.
El impacto de la medida en la paz con el ELN
La declaratoria de la conmoción interior también ha tenido repercusiones en el proceso de paz con el ELN. El presidente Petro, que había apostado por el diálogo como una vía para resolver el conflicto armado, suspendió las negociaciones con esta guerrilla después de los recientes ataques en el Catatumbo, calificándolos de «crímenes de guerra». Este giro en la política de paz ha generado incertidumbre sobre el futuro de las conversaciones con el ELN y sobre las posibilidades de una solución negociada al conflicto.
El presidente Petro ha dejado claro que el ELN no tiene voluntad de paz y que sus acciones en el terreno contradicen los principios que se habían acordado previamente en las mesas de negociación. La suspensión de los diálogos podría tener implicaciones tanto en la dinámica interna del país como en la percepción internacional sobre los esfuerzos de Colombia para alcanzar la paz.
A medida que la situación en el Catatumbo se agrava, las autoridades colombianas enfrentan el desafío de restaurar el orden en una región marcada por décadas de violencia. El Catatumbo es un territorio estratégico en la lucha contra el narcotráfico, y su control es vital para los diferentes grupos armados ilegales que operan en la zona. Sin embargo, también es una región que ha sido históricamente abandonada por el Estado, con altos índices de pobreza y escasa presencia de servicios básicos.
Habla de los otros pero se refiere a sí mismo. Han perdido la inteligencia. La revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia. Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida.
Se declara el estado de conmoción interior y el estado se emergencia…
— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 20, 2025