
José Raúl Mulino, Presidente de la República de Panamá envió un comunicado rechazando las palabras de Donald Trump durante su discurso de toma de investidura.
«El Canal es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente. El Canal no fue una concesión de nadie. Fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999, producto del tratado Torrijos-Carter y, desde entonces hasta la fecha, por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos» : José Raúl Mulino, Presidente de la República de Panamá
«Panamá ha violado los acuerdos del tratado»Donald Trump
Trump expresó su descontento con la administración actual del Canal de Panamá, afirmando que Estados Unidos ha gastado enormes cantidades de dinero en lo que calificó como un «regalo» a Panamá. Criticó las condiciones del tratado y el control de China sobre el canal, proponiendo su regreso a Estados Unidos, asegurando que «el canal debe estar bajo el control de los Estados Unidos, se lo dimos a Panamá, no a China».
“Los barcos estadounidenses están pagando de más y no son tratados de manera justa de ninguna manera, y eso incluye a la Marina de los Estados Unidos”, y agregó: “Y sobre todo, China está operando el Canal de Panamá y no se lo dimos a China. Se lo dimos a Panamá. Y lo estamos recuperando»
Trump dijo que el Canal de Panamá se llamaría en homenaje a un expresidente de Estados Unidos, William McKinley fue el vigésimo quinto presidente de los Estados Unidos y el último veterano de la Guerra de Secesión que alcanzó ese cargo.
Este es el comunicado de José Raúl Mulino, Presidente de la República de Panamá:
«En nombre de la República de Panamá y su pueblo, debo rechazar de manera integral las palabras esbozadas por el presidente Donald Trump relativas a Panamá y su Canal, en su discurso inaugural.
Reitero lo expresado en mi mensaje a la Nación, el pasado 22 de diciembre: el Canal es y seguirá siendo de Panamá y su administración seguirá estando bajo control panameño con respeto a su neutralidad permanente.
No hay presencia de ninguna nación del mundo que interfiera con nuestra administración.
El Canal no fue una concesión de nadie. Fue el resultado de luchas generacionales que culminaron en 1999, producto del tratado Torrijos-Carter y, desde entonces hasta la fecha, por 25 años, de manera ininterrumpida, lo hemos administrado y expandido con responsabilidad para servirle al mundo y su comercio, incluyendo a los Estados Unidos.
Ejerceremos el derecho que nos ampara, la base jurídica del Tratado, la dignidad que nos distingue y la fortaleza que nos da el Derecho Internacional como vía idónea para manejar las relaciones entre países y, sobre todo, entre países aliados y amigos, como lo demuestran la historia y nuestras actuaciones respecto a los EEUU.
El diálogo es siempre la vía para aclarar los puntos mencionados sin menoscabar nuestro derecho, soberanía total y propiedad de nuestro Canal.