
El cese al fuego pactado entre Israel y Hamas sigue atravesando momentos clave mientras se espera la votación del gabinete israelí este sábado sobre el acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes. Esta reunión crucial se iba a llevar a cabo este jueves, pero fuentes del gobierno israelí confirmaron que aún se están resolviendo obstáculos de última hora, particularmente en las negociaciones celebradas en Doha.
El acuerdo de tres fases establece, entre otros aspectos, la liberación de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, con un calendario aún por definir. Sin embargo, apenas unas horas después de la firma del pacto, un bombardeo israelí en la Ciudad de Gaza dejó al menos 83 muertos, según la Defensa Civil de Gaza.
El gabinete de seguridad israelí se reunirá el viernes para deliberar sobre la implementación del acuerdo. Las tensiones políticas internas no se han hecho esperar, ya que miembros de la coalición de gobierno, como el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben Gvir, amenazan con retirar el apoyo al acuerdo si se aprueba el alto el fuego. En tanto, el ministro Amichai Chikli del Likud, también ha señalado que podría dimitir si Israel acepta retirarse del corredor de Philadelphi, un punto estratégico en las negociaciones.
Mientras tanto, en Yemen, los hutíes respaldados por Irán han prometido cesar los ataques a Israel en el mar Rojo si el acuerdo de alto el fuego se mantiene, aunque advierten que cualquier retroceso por parte de Israel podría reavivar las hostilidades.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, los bombardeos israelíes en Gaza continúan, con al menos 81 palestinos muertos solo en las últimas 24 horas, según fuentes locales. Esta escalada ha generado críticas tanto a nivel internacional como dentro de Israel, donde los partidos de la coalición enfrentan una presión creciente.
En cuanto a la ayuda humanitaria, la ONU ha advertido sobre posibles obstáculos para que los camiones de asistencia ingresen a Gaza debido a la inseguridad en la región, lo que podría agravar aún más la crisis humanitaria que afecta a millones de personas en el enclave palestino.
La situación sigue siendo incierta y la resolución de estos conflictos dependerá de la complejidad política interna de Israel y de las dinámicas en el terreno, donde la violencia no cesa y el futuro del acuerdo de alto el fuego sigue siendo incierto.