Johan Camilo Torres Galeano, empresario constructor de 38 años, confió su vida a Antonio Alberto Vásquez González, un exmilitar que además de ser su escolta, era considerado parte de su familia. Esa relación de confianza terminó abruptamente en la madrugada del 17 de noviembre, cuando Vásquez disparó 11 veces contra el hombre que juró proteger.
Torres no había contratado a una empresa de seguridad. Prefirió confiar en Vásquez, un exsoldado profesional con quien mantenía un vínculo cercano: era su padrino. La decisión de contar con un escolta surgió tras recibir amenazas y extorsiones relacionadas con su trabajo como contratista. Sin embargo, Vásquez había comenzado a trabajar para él hacía apenas cinco meses.
El empresario tenía programado blindar la camioneta en la que fue asesinado.
La noche del crimen
De acuerdo con la Fiscalía, los hechos se desencadenaron durante una salida nocturna. Vásquez, Torres y un tercero compartían bebidas en un establecimiento cuando una discusión subió de tono. Ya en la camioneta Toyota Prado modelo 2025, Vásquez sacó su arma y disparó repetidamente contra Torres. El empresario fue trasladado a la Clínica del Norte, pero falleció minutos después debido a la gravedad de sus heridas.
Horas más tarde, Vásquez fue capturado en las inmediaciones de la iglesia Luz del Mundo. Llevaba consigo la pistola Jericó 9 milímetros utilizada en el crimen, que las autoridades confirmaron estaba debidamente registrada.
Cuatro días después del homicidio, un juez impuso medida de aseguramiento domiciliaria a Vásquez, decisión que generó polémica. La Fiscalía argumentó que el acusado no tenía antecedentes penales y que el arma utilizada estaba legalmente amparada. En la audiencia el juez consideró que no era necesario enviarlo a un centro carcelario para garantizar su comparecencia en el proceso judicial..
Sin embargo, la comunidad y los allegados de Torres cuestionan si esta decisión refleja la gravedad del delito, al dejar en su casa a una persona que habia asesinado con 11 tiros a su jefe.
Mientras las autoridades intentan esclarecer los motivos exactos del homicidio, Vásquez enfrentará un juicio que definirá su destino.
El comandante de la Policía Metropolitana, general William Castaño Ramos, calificó el caso como un «acto impulsivo» producto del consumo de alcohol y una discusión. Sin embargo, familiares de Torres exigen que se investigue a fondo si había tensiones previas entre el empresario y su escolta.